Publicado: octubre 1, 2025, 12:23 pm
Las enfermedades cardiovasculares, incluyendo algunas tan severas como los ictus o los infartos de miocardio, son la segunda causa de muerte en España, sólo desplazadas recientemente por el cáncer. En buena medida, este descenso en el ranking se debe a una mejora en la detección, la prevención y el tratamiento.
Concretamente, en torno a un 85% de la mortalidad por patologías cardiovasculares corresponden a infartos e ictus. Esto dejaría aún más margen para reducir el número de fallecimientos, ya que un reciente estudio ha estimado que el 99% de estos episodios están asociados a una serie de factores de riesgo prevenibles.
Factores de riesgo en el 99% de los casos
Según publican sus autores en la revista científica Journal of the American College of Cardiology, un análisis de los datos de más de 9 millones de adultos en corea del sur y 7.000 adultos en los Estados Unidos reveló que más del 99% de las personas que experimentaron infarto de miocardio, fallo cardíaco o ictus cumplían con al menos uno de cuatro grandes factores de riesgo cardiovascular: hipertensión, colesterol, glucosa en ayunas excesivamente elevada o tabaquismo.
Para llegar a esta conclusión, se realizó un seguimiento de hasta 20 años, lo que permitió a los investigadores tener en cuenta múltiples mediciones de la tensión arterial, el colesterol, la glucosa y la exposición al tabaco antes del primer incidente cardiovascular de cada voluntario.
Con ello, pretendían salvar un error que han detectado en mucho volumen de investigaciones recientes: la falta de datos acerca de incidencia o exposición a los principales factores de riesgo previa al episodio cardiovascular.
Cuatro valores clave
A la hora de definir los factores de riesgo, emplearon los valores sentados por la Asociación Americana del Corazón (AHA), que describe como no ideales:
- Una tensión arterial de 120/80 mililitros de mercurio (mm Hg) o superior, o en tratamiento.
- Una glucosa en sangre en ayunas de 100 miligramos por decilitro (mg/dL) o superior, diagnóstico de diabetes o en tratamiento.
- Uso de tabaco pasado o presente.
- Un colesterol total de 200mg/dL o superior, o en tratamiento.
Estos factores de riesgo son, al menos potencialmente, modificables, destacan los autores; frente a otros, como determinados marcadores en sangre o la genética. Esto significa que la investigación sobre ellos puede tener aplicaciones importantes en la prevención de episodios cardiovasculares graves.
La hipertensión, el más frecuente
Entre los factores estudiados, el más común fue con diferencia la hipertensión arterial, que afectó a más del 95% de los participantes coreanos y más de un 93% de los estadounidenses. Esto, dicen, resulta bastante relevante teniendo en cuenta que es un fenómeno fácilmente detectable pero asintomático, por lo que es muy importante reconocer su importancia, comprobarlo y tratarlo.
Incluso en las mujeres menores de 60 años de edad, que se consideran la población con menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, más del 95% de las participantes en el estudio reunían al menos un factor de riesgo antes de sufrir un ictus o un fallo cardíaco.
En resumen, los autores subrayan que en la inmensa mayoría de los casos de episodios cardiovasculares severos está presente al menos un factor de riesgo modificable y relevante. Por ello, el abordaje de estos factores en la clínica es una medida vital para prevenir el riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un ictus o un fallo cardíaco.
Referencias
Hokyou Lee, Xiaoning Huang, Sadiya S. Khan, Dasom Son, Hyeok-Hee Lee, Eun-Jin Kim, Donald M. Lloyd-Jones, Hyeon Chang Kim & Phillip Greenland. Very High Prevalence of Nonoptimally Controlled Traditional Risk Factors at the Onset of Cardiovascular Disease. Journal of the American College of Cardiology (2025). DOI: https://doi.org/10.1016/j.jacc.2025.07.014
Donald M. Lloyd-Jones, Yuling Hong, Darwin Labarthe, Dariush Mozaffarian, Lawrence J. Appel, Linda Van Horn, Kurt Greenlund. Defining and Setting National Goals for Cardiovascular Health Promotion and Disease Reduction: The American Heart Association’s Strategic Impact Goal Through 2020 and Beyond. AHA (2010). DOI: https://doi.org/10.1161/CIRCULATIONAHA.109.192703