Publicado: septiembre 25, 2025, 9:23 am
Algunas orquídeas imitan el olor de las feromonas sexuales de las abejas o las avispas para atraer a los machos. Confundidos, estos intentan tener relaciones sexuales con la flor, momento en el que recogen o dejan el polen sin que la planta tenga que esforzarse en producir néctar como recompensa. La estrategia, llamada ‘mimetismo químico’, también es utilizada por la famosa flor cadáver o la stapelia, que atufan a carne podrida para atraer a las moscas. Ahora, investigadores de la Universidad de Tokio han descubierto la primera planta que imita el olor de las hormigas heridas tras el ataque de una araña. Se trata de una especie de adelfa nativa de Japón ( Vincetoxicum nakaianum ), descrita por primera vez hace tan solo un año, que trata así de atraer a las moscas de la hierba para ser polinizada. El hallazgo, dado a conocer esta semana en la revista ‘Current Biology’, revela que el mimetismo floral es aún más diverso de lo que se creía. El investigador Ko Mochizuki trabajaba en otro proyecto en el vivero del Jardín Botánico Koishikawa y recolectaba la adelfa como referencia para comparar cuando se percató de que había un gran número de moscas clorópidas reunidas alrededor de sus flores. «De inmediato me di cuenta de que las flores podrían estar imitando a insectos muertos», asegura. Siguiendo su corazonada, Mochizuki se propuso observar metódicamente a los visitantes de estas plantas y comparar los olores que desprendían sus flores con los de varios tipos de insectos. Descubrió que el olor de las hormigas atacadas por arañas era el más parecido. Sin embargo, su hipótesis sobre el mimetismo de las hormigas era frágil: no había habido publicaciones oficiales sobre moscas clorópidas, ni ninguna otra especie de mosca similar, que se centrara en hormigas cazadas y heridas por otros animales, como las arañas. Mochizuki recurrió a las redes sociales en busca de pruebas menos convencionales y encontró a muchos naturalistas aficionados que documentaban lo que había sospechado: hormigas atacadas por arañas, que luego atraían a moscas cleptoparásitas (organismos que roban comida a otros). Esto le dio confianza para probar la hipótesis conductualmente y confirmar si las moscas clorópidas se sentían realmente más atraídas por el olor de las hormigas atacadas por arañas que por otros olores. «Ese momento, cuando vi las moscas en las flores, fue realmente inspirador», recuerda Mochizuki, «una hipótesis que de repente tomó forma. Esta experiencia me enseñó que los descubrimientos inesperados a menudo surgen de una combinación de preparación y casualidad». Mochizuki ya se está preparando para el próximo proyecto: «Dado que este estudio sugiere que muchas formas de mimetismo floral podrían permanecer ocultas, planeo explorar otras especies, tanto dentro de Vincetoxicum como en grupos de plantas no relacionados, para descubrir más ejemplos».