Publicado: septiembre 6, 2025, 7:02 pm
En el mundo del dobles quien manda en el US Open es la pareja formada por Marcel Granollers y Horacio Zeballos . En una reedición de la final de Roland Garros, en la que también fueron campeones, la dupla hispano-argentina remontó ante los británicos Joe Salisbury y Neal Skupski para levantar su primer título grande en Nueva York (3-6, 7-6 (4) y 7-5). De no tener ningún Grand Slam y haber visto cómo se escurrían cinco oportunidades, a completar en Nueva York un doblete de los de hacer historia y afición. Marcel Granollers se echaba las manos a la cabeza y miraba hacia su palco sin que se le escapara la emoción, todavía pensando en si estaba ocurriendo de verdad. A su lado, un pletórico Horacio Zeballos se le abrazaba con la sonrisa desatada. Después de dos horas y 24 minutos, la dupla hispano-argentina conseguía rematar la remontada ante los británicos Neal Skupski y Joe Salisbury después de salvar, además, tres bolas de partido. Aceptaba Zeballos que la victoria en Roland Garros había sido más de alivio que de alegría. Como un peso sacado a fuerza de remar cuando todo parecía más cerca de la puerta de salida. Con 40 años, casi veía imposible levantar alguna vez un Grand Slam. Pero parece que rota la puerta, podían llegar más. Por qué no seguir soñando después de haberse levantado de un principo de año muy incierto en cuanto a juego y lesiones, sobre todo esa en el pectoral que los dejó sin pretemporada y sin torneos desde noviembre y hasta marzo, obligados a bajar al barro de los ‘challenger’ para conseguir ranking y ritmo. Y si París fue el alivio y Nueva York la alegría. Aunque por el medio, otra lesión, esta vez en el pie de Granollers, pudo terminar con una temporada que ya había sido brillante. No pudieron participar ni en Toronto ni en Cincinnati, y aunque llegaban sin partidos de preparación a Flushing Meadows, tiraron de ambición y orgullo para pasar las rondas. Porque volvieron a coincidir el último día contra la pareja británica. También se repitió la resistencia que pusieron, pero se volvió a imponer la calma, el orgullo y el pundonor de un Granollers y un Zeballos que no bajaron los brazos ni cuando los rivales impusieron su nivel en el primer set ni con tres bolas de partido en contra en el tercero. «No sé que pensar ahora, ha sido u partido increíble. No sabes quién es el ganador y el perdedor porque los cuatro lo hemos dado todo. Es increíble estar aquí delante de vosotros», comentó el argentino. «Quizá han sido las dos peores semanas de mi carrera, así que gracias a los fisioterapuetas y médicos. Este año hemos tenido unos resultados estupendos y es genial jugar ante todos vosotros«, admitió el español.