Publicado: julio 30, 2025, 7:08 am
El bicampeón olímpico Gervasio Deferr se sentó en el plató de Código 10 este martes para defenderse de las acusaciones de abuso sexual vertidas contra él hace unas meses por una mujer anónima. Además de asegurar que él no hizo nada de eso en las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento (CAR) como ella afirma, sin denuncia oficial, el atleta habló de algunos de los episodios más oscuros de su vida.
Al ser preguntado por lo que siente al vivir este momento, muy injusto a su parecer porque según él no es cierto y no hay motivos infundados para realizar esas acusaciones, Deferr aseguró que sus sensaciones no son tan graves pues en varias ocasiones estuvo cerca de la muerte.
«Yo estaba a punto de morir varias veces, entonces, cuando tú has pasado por eso, de repente, bueno, te encuentras una cosa así, evidentemente que me cabrea, por eso estoy aquí y por eso llevo callado intentando ver cómo puedo defenderme porque me cabrea, pero por otro lado yo sé que no he hecho nada, por lo tanto tengo esa tranquilidad del saber que no he hecho nada», dijo.
Sorprendiendo con sus palabras a Nacho Abad y David Aleman, los presentadores del programa, Gervasio Deferr aseguró que vivió un episodio muy turbio cuando asistió a los Juegos de Río de Janeiro en 2016 para presenciar desde las gradas la competición de Ray Zapata, deportista olímpico español y pupilo del catalán.
«He estado a punto de morir por diferentes circunstancias, por consumo de alcohol, por consumo de sustancias. He tenido un episodio en Brasil que, bueno, me tuve que ir en 24 horas porque me querían matar», desvelaba en un principio.
«Yo creo, y es lo que he podido concluir después de un montón de tiempo intentando analizar y tras estar ingresado haciendo terapias psicológicas, y estoy convencido de que me dieron burundanga, que me quisieron drogar. Cuando ya me quitaron todo el dinero, yo ya no tenía nada, pero llevaba un mareo impresionante», arrancaba contando.
Tras explicar por qué estaba en Río, añadió: «Cuando empiezan los Juegos, yo me meto en un bar con una pantalla gigante y un sofá redondo. Me siento ahí, me tomo una cerveza viendo la inauguración, y me empiezo a encontrar como raro. Entonces me levanté y me fui al hotel, me doy una ducha y me encuentro un poco mejor, entonces vuelvo al sitio a acabar de ver la inauguración. Vuelvo porque no había pensado, para nada, en que me habían dado algo para drogarme. Yo lo achacaba al jet lag. Vuelvo al lugar, me tomo otras dos cervezas y empiezo a tener un mareo… «.
«Me levanto para irme y me dicen ‘tienes que pagar’ y yo digo que ya he pagado, no llevaba más dinero. Y me voy caminando mareado al hotel. Llego, abro la puerta y cuando llego a la cama me caigo delante y me quedo inconsciente. Ahí no sé nada más hasta la mañana siguiente, que me pican, abro y es del Comité Olímpico. Me dicen ‘Gervi, hazte la maleta que te tienes que ir. ¿Qué pasó ayer? Hay una gente que ha venido a buscarte al hotel. No les han dejado entrar porque sabían quién eran. Dicen que les debes un dinero’. Y de repente, yo que voy con ilusión de ver a Ray, unos Juegos por fin como espectador…», relató.
Gervasio no fue consciente de la situación hasta el día en que se marchó de Brasil: «Yo siento que puedo haber muerto esa noche a la mañana siguiente cuando me llevan al aeropuerto escoltado por tres personas porque piensan que puede venir alguien siguiéndome y pegarme un tiro»
