Publicado: diciembre 17, 2025, 2:23 pm
Con el aumento de la digitalización, la inteligencia artificial generativa y el trabajo remoto, proteger los sistemas y los datos sensibles se ha convertido en una necesidad estratégica tanto para empresas como para gobiernos. Así que no es de extrañar que un año más, la ciberseguridad se perfile como una de las principales prioridades globales para 2026 . Según varias consultores, el gasto mundial en ciberseguridad crecerá un 14% el próximo año, impulsado por el auge de los ciberataques automatizados y el uso malicioso de la Inteligencia Artificial. Los expertos coinciden en que las amenazas ya no solo buscan robar información, sino manipular sistemas y generar desinformación a gran escala . Desde Deloitte advierten que 2026 consolidará una tendencia hacia la ‘ciberresiliencia’ : no solo prevenir ataques, sino garantizar la rápida recuperación frente a ellos. Por su parte, la Agencia de la Unión Europea para la Ciberseguridad (ENISA) subraya la urgencia de formar a la población digitalmente , ya que el factor humano sigue siendo el punto más vulnerable. El auge de la inteligencia artificial (IA) generativa, los deepfakes ultrarrealistas y la creciente automatización del cibercrimen definirán un panorama digital más sofisticado y peligroso que nunca. Así lo anticipan los informes más recientes de Kaspersky y NordVPN , que alertan sobre una nueva era en la lucha entre defensores y delincuentes cibernéticos. El Kaspersky Security Bulletin 2025 advierte de un «doble efecto» de la IA: mejora las capacidades defensivas, pero amplía las herramientas ofensivas. Los modelos generativos y de lenguaje natural participan ya en todas las fases de un ataque -desde la detección de vulnerabilidades hasta la creación y despliegue de malware- y los ciberdelincuentes trabajan para ocultar sus huellas digitales, dificultando el análisis forense. Por otro lado, la IA también reforzará la ciberdefensa. Los sistemas basados en agentes podrán escanear redes empresariales, identificar vulnerabilidades y ofrecer informes automáticos, liberando a los analistas de tareas rutinarias. La manipulación audiovisual mediante deepfakes pasará de lo anecdótico a lo cotidiano. En 2026 se espera un incremento de su uso en campañas de fraude, desinformación y suplantación de identidad. «Veremos una evolución en los deepfakes en tiempo real , como los que permiten cambiar rostro o voz durante una videollamada. Aunque aún requieren habilidades técnicas avanzadas, su nivel de realismo no deja de mejorar y el uso de cámaras virtuales podrían convertirlos en herramientas muy eficaces para ciberataques dirigidos», indica desde Kaspersky , que destacan que será «un año clave para el equilibrio entre la innovación y el riesgo, ya que se suma un problema cada vez más visible: la línea entre lo real y lo falso es cada vez más difícil de traza». Empresas y usuarios deberán aprender a identificar estos contenidos mientras los reguladores desarrollan nuevos estándares para etiquetarlos y frenar su proliferación. En un mundo donde la frontera entre lo físico y lo digital se difumina, los expertos insisten en la «higiene digital» como la nueva alfabetización esencial: cultivar buenos hábitos de seguridad será tan importante como dominar la tecnología.
