Publicado: junio 1, 2025, 7:24 am
Mientras el Starship de SpaceX sigue enfrentándose a los desafíos de conquistar Marte —el último vuelo terminó con la nave cayendo al océano Índico—, Rusia ha anunciado que trabaja en su propia apuesta para llegar al planeta rojo: un cohete impulsado por energía nuclear capaz de transportar hasta 10 toneladas de carga útil hasta la órbita marciana.
El anuncio lo ha hecho Dmitri Bakánov, director general de Roscosmos, apenas un día después del fallido noveno vuelo de prueba de Starship. Y lo ha hecho no para burlarse, sino para recordar algo esencial en esta nueva carrera espacial: “Esto es el cosmos, y su conquista siempre es una misión complejísima, que reclama de las más altas tecnologías y capacidades”, dijo, en un mensaje en el que mostró respeto hacia los intentos de SpaceX y otras agencias espaciales.
“Desde el punto de vista de la ética ‘espacial’ siempre estamos del lado de quienes experimenta, desarrollan y tratan de crear nuevos proyectos, ya sean nuestros socios de China, la India o cualquier otro país”, añadió.
Propulsión nuclear: el as bajo la manga ruso
El proyecto ruso se basa en una instalación energética nuclear, una tecnología que podría ofrecer una alternativa a los sistemas actuales de propulsión química. Según Bakánov, este tipo de motor permitiría enviar hasta 10 toneladas de carga útil a la órbita de Marte, lo que abre la puerta a futuras misiones de exploración científica.
Aunque todavía no hay una fecha oficial para las pruebas, el objetivo parece claro: mantener la presencia rusa en la exploración del espacio profundo, en un momento en el que China y Estados Unidos lideran los avances tecnológicos y mediáticos.
Starship: un revés más en una misión ambiciosa
La declaración llega justo después de que Starship, el megacohete de 121 metros de SpaceX —el mayor jamás construido—, sufriera un nuevo contratiempo. El cohete logró alcanzar la órbita terrestre y por primera vez reutilizó su propulsor Super Heavy, pero poco después perdió combustible, empezó a dar vueltas sin control y terminó explotando encima del océano Índico. Otro revés para Elon Musk, que insiste en su plan de llevar humanos a Marte antes de que termine la década.
Con 33 motores Raptor y un diseño pensado para ser totalmente reutilizable, Starship representa la apuesta más ambiciosa del sector privado en la historia de la exploración espacial. Pero como bien reconoció Bakánov, cada vuelo de prueba revela lo difícil que es realmente transportar carga —y algún día personas— a otros planetas.