Publicado: septiembre 15, 2025, 4:14 am
Los ciudadanos esperan que el Estado funcione razonablemente. No que sea perfecto, pero sí mínimamente eficaz. Sin embargo, lo que muchos encuentran es un aparato burocrático torpe, desconectado de la realidad y a menudo más obstáculo que solución. El caso del SEPE es paradigmático. Lo que comenzó como una medida excepcional -la cita previa durante la pandemia- se ha consolidado como un muro infranqueable para quienes necesitan acceder a prestaciones básicas. Hoy, conseguir una cita es tan complicado que se ha generado un mercado paralelo donde particulares, locutorios y gestorías cobran entre 15 y 35 euros por hacer de intermediarios. La privatización ‘de facto’ de un servicio público que no funciona. La situación en el SEPE no es fruto del… Ver Más