Publicado: octubre 28, 2025, 6:23 am
España puede presumir de ser una de las potencias europeas en conectividad. Así lo ha afirmado recientemente el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, Óscar López, durante una mesa redonda sobre digitalización, innovación y empleo de calidad celebrada en León. Según el ministro, el Gobierno de Pedro Sánchez ha “inundado” el país de conectividad y ha desplegado el 5G “en cifras que los alemanes ni sueñan”. En concreto, destaca que tenemos tres veces más 5G que Alemania.
Los datos respaldan su entusiasmo: la cobertura 5G en España alcanza al 96% de la población y en las zonas rurales se ha triplicado en tres años, pasando del 26% en 2021 al 80% en 2024, según el último informe gubernamental sobre el estado de la conectividad.
En aquel informe, el ministro también nos comparaba con el país teutón: “Alemania tiene una excelente cobertura 5G, pero, en algunas zonas de Baviera, en 2024 aún no llegaban al 20% de cobertura”.
Más cobertura, sí, pero no todo es 5G puro
No obstante, hay un matiz importante: el Gobierno no distingue entre el 5G NSA (Non-Standalone) —que es, por así decirlo, una evolución del 4G— y el 5G SA (Standalone), la versión ‘pura’ y autónoma de esta tecnología.
El 5G NSA utiliza la infraestructura de red 4G existente para gestionar las conexiones, lo que permite ofrecer velocidades más altas, pero sin aprovechar todas las ventajas del 5G real, como la latencia ultrabaja, la mayor estabilidad o la posibilidad de crear redes virtuales personalizadas (network slicing).
Por el contrario, el 5G SA cuenta con su propio núcleo de red y es el que permitirá en el futuro desarrollar servicios avanzados como vehículos conectados, cirugía remota o automatización industrial a gran escala.
En España, la mayoría de las redes actuales son 5G NSA, aunque operadoras como Vodafone y Telefónica ya han comenzado a desplegar el 5G SA en determinadas ciudades. En el ámbito nacional, esta tecnología alcanza al 44% de la población, mientras que en las zonas rurales apenas supera el 12%.
Desde Moncloa, el Ejecutivo insiste en que su objetivo es garantizar la cohesión en todo el país y evitar brechas digitales entre el campo y la ciudad. “Este Gobierno apuesta por la cohesión territorial y por eso hemos diseñado programas que permitirán incrementar la cobertura 5G en los municipios más pequeños”, recordaba López en el mismo foro.
En la práctica, España se encuentra en una fase de transición: el 5G se extiende a casi todo el territorio, pero su pleno potencial aún no está disponible para la mayoría de los usuarios.
Según cifras del Gobierno, se han destinado casi 670 millones a incrementar la cobertura 5G SA en municipios de menos de 10.000 habitantes.
¿Y qué puede hacer realmente un ciudadano con el ‘5G real’?
El 5G SA no es solo una mejora técnica para ingenieros o grandes empresas: también puede mejorar tu vida digital. Aunque muchas de sus ventajas aún están en fase de despliegue, hay usos concretos que la ciudadanía puede aprovechar o notará pronto.
Por ejemplo, las conexiones son más estables y rápidas, incluso en lugares donde antes era casi imposible tener cobertura decente. En un concierto, un estadio o una playa abarrotada, el 5G SA permite subir vídeos, hacer directos o videollamadas sin cortes, algo que las redes 4G o 5G mixtas (NSA) no siempre consiguen.
Otra mejora es la latencia ultrabaja, es decir, el tiempo que tarda el móvil en responder a una orden. En la práctica, esto se traduce en videollamadas más fluidas, juegos en la nube sin retardo o experiencias de realidad aumentada más naturales, donde todo ocurre al instante, sin retrasos.
El 5G SA también mejora el teletrabajo. Al ofrecer una conexión más estable y segura, permite usar aplicaciones en la nube o transferir archivos grandes sin depender del Wi-Fi. Incluso puede ser una alternativa real a la fibra óptica en pueblos o zonas donde no llega el cable: basta con un router 5G para tener internet rápido en casa.
Y aunque todavía no forma parte de nuestro día a día, esta tecnología también servirá de base para servicios más avanzados, como vehículos conectados, ambulancias que envían datos médicos en tiempo real o infraestructuras inteligentes en las ciudades.
En definitiva, el 5G SA es el paso que hará que el ‘5G’ deje de ser solo un icono en la esquina del móvil y se convierta en algo que realmente cambie cómo nos comunicamos, trabajamos y nos conectamos con el mundo.
