Publicado: octubre 11, 2025, 7:12 pm
La selección española de fútbol dio este sábado un pasito más hacia la Copa del Mundo de 2026. Los hombres de Luis de la Fuente quieren sacar el billete a la cita de México, Estados Unidos y Canadá por la vía rápida y así lo demostraron en un partido ante Georgia que dominaron de cabo a rabo y resolvieron con sin apuros, pero, eso sí sin aprovechar todas las ocasiones que tuvieron para golear (2-0).
El guion de partido estaba escrito desde antes de que sonara el pitido inicial. Posesión y dominio para la Roja y defensa numantina del combinado georgiano en el Martínez Valero.
La pólvora la pondría de inicio Pedro Porro. El extremeño arrancó muy activo desde la banda derecha y lanzó centros de puro peligro al área rival. Y no solo por los grandes rematadores con los que cuenta entre sus compañeros, sino también porque alguno de esos envíos se envenenó con mucho peligro hacia la meta de Mamarsdashvili.
La primera opción de adelantarse llegó pronto para España (6′), o al menos eso pareció cuando Ferran Torres cayó en la frontal, dentro del área por muy poco, derribado por un defensor rival. El colegiado señaló falta, pero la repetición gritaba penalti. Al final, tras una revisión del VAR que parecía de resultado evidente, el árbitro sorprendió con el descarte de cualquier tipo de infracción.
El jarro de agua fría no hizo bajar los brazos a los hombres de Luis de la Fuente, ni mucho menos. El asedio prosiguió con tiros de Zubimendi (13′), Oyarzabal (18′) y Pedri (21′), eso sí, ninguno entre los tres palos, pues el primero de todo el partido que sí iba bien dirigido fue el que entró en la portería.
La embocó Yeremi Pino, pero el mérito fue primero de Pedri, con un gran centro vertical al corazón del área y, después, de un Le Normand que lo empalmó según caía para convertirlo en el pase de la muerte al extremo canario (24′). El gol animó a España a buscar el segundo sobre el encharcado césped del Estadio Martínez Valero y pronto pudo llegar, pues Ferran cayó en el área derribado por Mamardashvili y el árbitro, en esta ocasión que parecía menos clara que la anterior, sí señaló pena máxima. El experto, Oyarzabal, se la cedió a Ferran. El culé no estuvo fino, no la ajustó y el guardameta del Liverpool le adivinó la dirección.
Insistieron Pedro Porro y Merino para ampliar la ventaja antes del descanso, pero no acertaron a puerta ante una Georgia que se desperezó ligeramente y trató, sin éxito, de lanzar alguna de sus peligrosísimas contras. Merino, justo antes del descanso, la volvió a tener en sus botas, pero tras un recorte que dejó sentado a su marcador y al propio Mamardashvili, definió muy alto por encima del larguero cuando la ocasión parecía gol o gol.
La primera parte fue buena, pero el arranque de la segunda fue mejor si cabe. Oyarzabal se plantó en el mano a mano y chutó en una rapidísima jugada abortada por Mamardashvili con una parada providencial (46′). Después Ferran estampó un disparo en el lateral de la red, seguido de un doble palo en la misma jugada con los tiros de Pedro Porro y el propio Oyarzabal.
Ansiaba el gol España, un tanto que llegaría en una falta peligrosísima desde la frontal. Pedro Porro amagó y Oyarzabal chutó el balón con todas sus fuerzas para convertirlo en un obús imparable que se coló por el palo defendido por Mamardashvili. Simplemente imparable.
Con la ventaja duplicada Luis de la Fuente se relajó y apostó por reservar piernas para el partido ante Bulgaria del próximo martes. Dio entrada a Baena, Borja Iglesias, Pablo Barrios, Llorente y Aleix García para dar descanso a Oyarzabal, Pedri, Zubimendi, Pedro Porro y Yeremi Pino. Lo propio hizo Georgia, que sabedora de la paliza que Turquía le estaba propinando a Bulgaria (1-6 de resultado final), reservó a sus estrellas para el crucial partido ante los otomanos que podría zanjar la lucha por la segunda plaza que da acceso a la repesca.
Poco más hubo hasta el pitido final. Un tiro desde medio campo que no sorprendió a Unai simón y un diparo cruzado de Ferran que atajó Mamardashvili. El ‘Tiburón’ de iría de Elche sin el deseado premio del gol, pero con una gran aportación en una victoria de la Roja que coloca a los nuestros muy cerca de esa ansiada plaza para el Mundial. El martes, ante Bulgaria, podría quedar sellada.
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