Publicado: junio 10, 2025, 12:23 pm
España figura entre los doce países del mundo con menor tasa de fecundidad en 2025, según el estudio ‘La verdadera crisis de fecundidad’, con el que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) aborda por primera vez el «hundimiento demográfico» en el mundo y en el que propone a los países cambiar el enfoque natalista actual, basado en políticas natalistas «coercitivas», por otro orientado a ayudar a que las personas tengan los hijos que desean.
El informe del estado de la población de 2025, presentado este martes en Madrid, dice que la tasa de fecundidad de España es de 1,2 hijos por mujer en edad fértil, lo que sitúa al país en el vagón de cola de la natalidad mundial junto con Italia, Lituania, Bielorrusia, Japón y Tailandia, solo por delante de Chile y Malta (1,1), China, Ucrania, Singapur (1) y Corea (0,8).
La UNFPA —organismo que promueve embarazos deseados y partos seguros— ha recordado que la tasa de reemplazo generacional está situada en 2,1 hijos por mujer, en un mundo en el que hay 8.232 millones de personas, y en el que los países africanos son los que llevan el motor del crecimiento poblacional, con tasas de fecundidad por encima de 5 hijos por mujer en edad fértil (Angola, Chad, Malí, Níger, República Centroafricana, RDC y Somalia).
«Tenemos una crisis muy real entre manos, que exige actuar sin tiempo que perder con medidas que no coinciden con las que están vigentes»
El experto en salud sexual y reproductiva de la UNFPA, Luis Mora, ha recordado durante la presentación que desde 1950 se ha triplicado la población mundial, al mismo tiempo que la tasa de fecundidad global ha bajado de 5 a 2,25. «Esta coyuntura histórica no se había vivido nunca antes», ha reflexionado, «una de cada cuatro personas vive en sociedades caracterizadas por envejecimiento de la población, cada vez menos niñas, niños y jóvenes y menor mano de obra».
El estudio, sin embargo, alerta contra el alarmismo actual «por un mundo a la deriva por la disminución de la fecundidad» con advertencias sobre la quiebra de los sistemas de pensiones, la merma de las poblaciones autóctonas o los movimientos migratorios. En su lugar, recuerda que hay millones de personas en el mundo «incapaces de cumplir los objetivos personales de fecundidad» y propone incorporar medidas orientadas a eliminar las trabas que alejan a las personas de conseguir formar su familia deseada.
El reto de tener dos hijos
El informe se basa en una encuesta realizada a 14.000 personas de 14 países representativos de todo el planeta y asegura que la mayor parte de la población desea tener dos hijos. Sin embargo, el 18% de personas en edad de procrear tiene la impresión de que alcanzarlo es «imposible».
Cuando se preguntó a los mayores de 50 años, a los que se supone una vida reproductiva completada, el 38% afirmó haber tenido el número ideal (2), pero el 31% dijo haber tenido menos hijos de los que habría querido y el 12%, más de los que hubiera deseado. El resto, no contestó.
El estudio informa de que una de cada tres personas (o sus parejas) ha tenido en su vida un embarazo no intencional (32%). Uno de cada cuatro ha vivido una época en la que deseaba tener un hijo pero no pudo completar esa aspiración. Y, de esos, el 40% dijo haber tenido que renunciar al deseo de hijos. Al menos el 13% había tenido tanto un embarazo no intencional como problemas para tener un hijo deseado.
Trabas económicas y sociales
El informe analiza las causas por las que no se tienen los hijos deseados. El obstáculo principal son las «restricciones económicas» (39%), la precariedad (21%) y las dificultades de acceso a la vivienda (19%). En segundo lugar, tras el coste de la vida, se esgrime una inquietud sobre la situación a futuro, «el miedo a guerras, pandemias y el cambio climático» (19%). Además, influyen otras cuestiones personales, como la ausencia de pareja adecuada en el momento adecuado y la falta de corresponsabilidad en el reparto de las tareas del hogar.
Los autores del informe critican que socialmente se culpe del retroceso de la fecundidad a la voluntad de las mujeres. Dicen que este enfoque es «un error garrafal» debido a que los hombres también desempeñan una función indispensable en la reproducción. También tildan de ineficaces políticas como prohibir o poner límites a la interrupción voluntaria del embarazo o ilegalizar el aborto farmacológico, que proliferan en los últimos años en algunos países de Europa y en EEUU.
Propuestas contra la crisis de fecundidad
«Estas políticas natalistas con rasgos coercitivos no funcionan y el eje de la atención a la baja fecundidad tiene que estar en el deseo real de las personas y parejas de tener hijos, cuáles son sus expectativas, y la mayoría quiere tener 2 o más hijos, pero no pueden cumplir», ha expresado Luis Mora.
En su lugar UNFPA propone medidas orientadas a fomentar la estabilidad laboral y el acceso a la vivienda de los jóvenes. Pero también políticas de apoyo a la familia, «no puntuales, sino de Estado», como una suma fija por nacimiento, acompañadas de trabajo flexible bajo las premisas de la igualdad de género, guarderías en los centros de trabajo y licencias para cuidar de los hijos. En definitiva, centros de trabajo favorables a las familias «en toda su diversidad» , unas políticas que a día de hoy, lamentan, están «al alcance de muy pocos trabajadores en todo el mundo». Por último, el organismo de Naciones Unidas apuesta por «reconocer la importancia de la migración en el crecimiento vegetativo».