Publicado: diciembre 23, 2025, 11:09 am
Emma García, de 52 años, ha concedido una entrevista a la revista Lecturas, en la que hace resumen de un año lleno de éxitos en lo personal y en lo laboral. Emma habla de sí misma a corazón abierta y reconoce que antes «me protegía mucho. No mostraba lo que sentía y daba la sensación de ser fría. Me ponía un escudo porque me habían dado muchas leches y dije: ‘No quiero más’. Cuando lo superé, empecé una nueva etapa».
Respecto a su vida personal, admite que la marcha de su hija Uxue de casa para estudiar fuera le ha permitido aprovechar mejor el ocio con su marido. «Desde que mi hija no está en casa mi marido y yo salimos más. Y hemos viajado mucho. Nos llevamos muy bien. Los hijos absorben mucho y son nuestra prioridad, pero no pueden llenar toda nuestra vida, sería negativo para ellos».
Admite también su faceta nostálgica. «Me hace feliz que mi hija vuele sola, pero he tenido que reubicarme en mi nuevo rol. Ha sido un año de recolocar situaciones».
Emma celebrará las fiestas viajando (hay que recordar que ella es de Ordizia, Gipúzcoa) con la familia y un estilismo sencillo de moño, cuello vuelto y colorete. En su casa, cocinan su marido, Aitor, y su hija.
Respecto a su trabajo en Fiesta, se confiesa algo obsesionada. «Con las audiencias, un poquito obsesionada sí tienes que estar. Si no van bien, me cabreo. La etapa de ser mi peor enemiga y machacarme ya la he pasado. Soy crítica, pero me llevo bien conmigo».
Dice que huye de los bulos. «No sabéis el daño que hacen sobre el fin de Fiesta. Sé que sería la primera a la que los jefes se lo contarían». Y sobre su cuidado confiesa que «me hago tratamientos, pero no son nada agresivos. Me cuido sin obsesiones. De momento, renunció al bótox. Claro que se está cayendo todo, pero quiero verme con mis años y mantener las facciones».
Para el año que viene, Emma pide salud. «Aparte, pido tiempo para compartir y mucho humor. Cada vez intento tomarme la vida menos en serio».
