Publicado: junio 29, 2025, 5:57 pm
El PSG ya está en cuartos de final del Mundial de Clubes. El cuadro dirigido por Luis Enrique apenas tuvo que esforzarse para golear al Inter de Miami por 4-0. Un doblete de Joao Neves, un gol en propia puerta de Tomás Avilés y un nuevo tanto de Achraf Hakimi, todos ellos en la primera parte, fueron suficientes para que el cuadro parisino ya espere en la siguiente ronda al Bayern de Múnich o al Flamengo.
El equipo de Luis Enrique Martínez fue demasiado para los de Miami. El milagro del conjunto de la MLS contra el campeón de Europa no estaba siquiera al alcance de un Leo Messi a merced, como el resto de su equipo, de la notable diferencia entre ambos equipos. Así lo dejó claro el PSG en el primer tiempo con los cuatro goles.
A los cinco minutos, en una jugada a balón parado, la pizarra del técnico español dio ventaja a los parisinos con el 1-0 de Joao Neves. El cuadro francés movió el balón con velocidad y Vitinha y Fabián Ruiz tuvieron siempre más de una opción para el pase, por dentro y por fuera, ante un Inter Miami que corrió y corrió.
Los de Javier Mascherano apretaron un poco en defensa y, por momento, el marcador corto pareció un triunfo de los suyos. Sin embargo, en un error de Sergio Busquets, Neves firmó su doblete y, aunque quedaban cinco minutos para el descanso, otros dos goles del PSG, Tomás Avilés, en propia puerta, y Achraf Hakimi, confirmaron la pesadilla para los Messi, Luis Suárez y compañía.
Tras el descanso, los de Luis Enrique se lo tomaron con calma, controlaron los tímidos ataques del rival y jugaron con una renta más que suficiente para verse en cuartos. Khvicha Kvaratskhelia y Bradley Barcola dejaron de dar tantos problemas a los de Miami, y Messi trató de sacar el honor de los suyos ante su exequipo. Tadeo Allende y el propio ’10’ lo intentaron de cabeza.
La entrada de Ousmane Dembélé no cambió la bajada de intensidad con todo controlado de un PSG que, tras golear al Atlético de Madrid y dosificar en el resto de la fase de grupos, volvió a dejar claro su favoritismo al primer Mundial de clubes.
