Publicado: septiembre 21, 2025, 1:30 am
En las calles de Kigali el asfalto ha sido renovado y se han montado gradas para seguir los Mundiales de ciclismo que comienzan el domingo, una victoria diplomática para Ruanda, criticado por su historial de incumplimiento de los derechos humanos y acusado de haber invadido a su vecino congoleño.
Todo debe estar perfecto para la recepción de esta competición internacional, para la cual se esperan a 5,000 ciclistas y 20,000 visitantes extranjeros.
Desde hace años Ruanda apuesta por el deporte para darse a conocer, mejorar su imagen y atraer turistas.
«Hemos trabajado en todas las infraestructuras para acoger los campeonatos mundiales», defiende Samson Ndayishimiye, presidente de la Federación Ruandesa de Ciclismo (FERWACY). «Definitivamente estamos listos».
El mundo del ciclismo conoce bien la Vuelta a Ruanda, una prueba que arrancó en 1988 y luego interrumpida de 1991 a 2000, una década marcada por el genocidio de los tutsis en 1994, que provocó 800.000 muertos, en su mayoría miembros de esta comunidad, pero también hutus moderados.
Desde entonces, bajo la dirección del presidente Paul Kagame, el pequeño país de la África de los Grandes Lagos ha experimentado una transformación económica, muy visible en la capital Kigali.
Los detractores de este hombre delgado, reelegido el año pasado para un cuarto mandato con un porcentaje del 99,18% de los votos, le acusan de gobernar el país con mano de hierro y de silenciar toda oposición.
Confianza
Acusaciones que no disuadieron en 2021 a la Unión Ciclista Internacional (UCI) de atribuir la organización de los Mundiales a Ruanda, el primer país africano en recibir la prueba.
La UCI mantuvo su confianza en enero en Kigali, a pesar de una nueva ofensiva en el este de la República Democrática del Congo por parte del grupo armado M23 respaldado por el ejército ruandés.
Los enfrentamientos han causado miles de muertos y cientos de miles de desplazados, según la ONU.
A principios de septiembre, una investigación de la ONU también informaba de posibles crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad «cometidos por todas las partes».
«En febrero, había mucha presión diplomática para pedir la cancelación», recuerda el analista político ruandés Louis Gitinywa, entrevistado por la AFP.
Si el evento en sí no es «político», su mantenimiento constituye una «victoria política para el gobierno de Ruanda», estima.
Una fuente gubernamental ruandesa contactada por la AFP confirma este análisis bajo condición de anonimato, pero asegura que su país no buscará extenderse sobre el tema.
«Ruanda no está impoluto. Es cierto que su historial en derechos humanos es problemático. Pero, ¿quién ostenta la autoridad moral para acusar a los demás y negarles oportunidades?», se pregunta Gitinywa.
El analista recuerda las críticas contra Catar cuando acogió la Copa Mundial de Fútbol en 2022.
Estados Unidos lo organizará el próximo año, junto con México y Canadá, y «nadie habla de los supremacistas blancos» estadounidenses, señala.
«Momento crucial»
La acogida de los Mundiales de ciclismo es «un momento crucial para Ruanda», que va a «demostrar su capacidad de acoger grandes eventos deportivos internacionales», se entusiasma Fenan Atobrhan, un consultor deportivo eritreo que vive en Kigali.
Ruanda patrocina además varios clubes de fútbol europeos de envergadura –Arsenal, París SG y Atlético de Madrid– a través de su logo turístico «Visit Rwanda».
También es socio de la prestigiosa liga estadounidense de baloncesto (NBA) y es candidato para organizar en el futuro un Gran Premio de Fórmula 1.
Este país «utiliza el deporte como herramienta de promoción nacional, de turismo y de crecimiento económico», resume Atobrhan.
Los resultados son por ahora tibios en el plano turístico. Mientras el país recibía a 1,2 millones de personas en 2017, el año anterior a la campaña «Visit Rwanda», su número subió a 1,6 millones en 2019, para descender a 1,36 millones en 2024, según cifras oficiales.
«Poner un nombre en una camiseta de fútbol o en un estadio puede ayudar, pero es extremadamente caro y la gente lo olvida», señala Simon Anholt, cuyo gabinete estudia la percepción de los países en el mundo.
Los Mundiales de ciclismo «permitirán al menos a los televidentes descubrir la belleza de Ruanda y les permitirá reducir sus prejuicios negativos sobre este país», añade.
Samson Ndayishimiye, el presidente de la Federación Ciclista Ruandesa, está convencido del éxito.
Estos Mundiales son «una excelente ocasión para que el mundo entienda por qué decimos ‘visita Ruanda'».