Publicado: mayo 30, 2025, 1:24 am
Elon Musk lo advirtió en 2024 y pocos lo tomaron en serio. En su intervención en el evento tecnológico Bosch Connected World, el empresario aseguró que el planeta se encuentra al borde de una crisis energética sin precedentes. Un mensaje que, meses después, resuena con más fuerza, especialmente tras el apagón masivo que dejó a millones de españoles sin luz, sin conexión a Internet y sin acceso a servicios el pasado 28 de abril.
Durante su charla en Berlín, Musk habló de una sequía de energía. “La próxima escasez será la electricidad”, afirmó. El CEO de Tesla alertó sobre la incapacidad de los sistemas actuales para sostener la creciente demanda energética global, impulsada en parte por el auge de tecnologías como la movilidad eléctrica y, principalmente, la inteligencia artificial: “Nunca he visto una tecnología avanzar más rápido que esto”, comentó sobre la IA en el evento, justificando la respuesta: “La computación de inteligencia artificial que se pone online parece estar aumentando por un factor de 10 cada 6 meses”.
El magnate destacó que estamos añadiendo cargas sin mejorar las infraestructuras y que, si no lo solucionamos pronto, la crisis llegará. “Es interesante que mucha gente ame los vehículos eléctricos y quiera tenerlos, pero algunos se ven perjudicados por una infraestructura faltante, lo cual sería lo mismo que con la IA. Tendremos muchos chips listos, pero no tendremos la energía para operarlos. Hay una carrera entre la infraestructura y la tecnología ahora mismo”, advirtió Musk.
En ese momento, sus palabras sonaban a exageración futurista. Pero el reciente apagón eléctrico en España ha hecho que su pronóstico vuelva a los titulares.
Una demanda que no deja de crecer
La advertencia de Musk también pone el foco en la paradoja que afrontan muchos países: por un lado, apuestan por una digitalización acelerada, pero por otro, no refuerzan ni modernizan las redes eléctricas que la sostienen. Algo que también afecta a España, donde, según datos del sector, las inversiones en infraestructura energética están por debajo de la media europea.
Además, el auge de la inteligencia artificial generativa, los centros de datos y la electrificación del transporte solo aumenta la presión. La IA necesita energía para entrenarse, para ejecutarse, para escalar y el Mensaje en el que insistió Musk es que es insostenible si no abordamos ya este problema.