Publicado: septiembre 7, 2025, 7:48 pm
Hace unos días, informábamos de que, de alguna manera, los hijos de Arnold Schwarzenegger han obtenido la fama más allá del nombre de sus padres.
Por un lado, la primogénita, Katherine, de 35 años, se ha hecho un nombre en el mundo de la literatura gracias a los libros que ha escrito, amén de haberse casado con una estrella, Chris Pratt; asimismo, Christina, que acaba de cumplir 34 años, es productora, activista y editora; Patrick es quizá el más conocido por el gran público gracias tanto a su antiguo amor con Miley Cyrus —curiosamente su hermana Christina también salió con el hermano de la cantante, Braison Cyrus— como al éxito cosechado recientemente gracias a su papel en la tercera temporada de la serie The White Lotus; y quedan dos: Joseph Baena y Christopher Schwarzenegger.
El primero no comparte el apellido dado que es el fruto de la relación extramatrimonial que el actor, expolítico y exculturista tuvo con su antigua sirvienta y empleada del hogar durante dos décadas, la guatemalteca Mildred Patricia Patty Peña. Nació el 2 de octubre de 1997, pero lo más reseñable es que, apenas cinco días antes, había llegado al mundo el cuarto y último de los hijos que Arnold concibió con su exesposa, la periodista y descendiente de la familia Kennedy Maria Shriver, Christopher, quien toda su vida ha preferido rehuir de las cámaras y del foco mediático.
Eso sí, desde hace unos meses la que quizá ha sido la única razón por la que ha sido motivo de titular Christopher es su drástica pérdida de peso. De hecho, en los últimos días varias fotografías del joven se han hecho virales en redes sociales por su ‘nuevo’ aspecto.
Una de las mayores críticas que recibía en sus escasas apariciones públicas es que, siendo hijo del actor de Depredador, Terminator o Mentiras arriesgadas, no se le viese una buena actitud ante el deporte, sufriendo de sobrepeso. Pero en septiembre de 2022, celebrando junto a su padre y sus hermanos, en Múnich, el Oktoberfest, se le vio con una figura mucho más estilizada.
A finales de la primavera pasada, antes de acudir junto al resto de su familia a apoyar a Arnold en el estreno de su nueva serie —y donde también fue Joseph Baena—, reveló en una cumbre sobre salud que había perdido 14 kilos tras darse cuenta, en Australia, de que no podía practicar paracaidismo debido a su peso. «Me lo tomé muy en serio porque me di cuenta de que mi peso me estaba impidiendo realizar ciertas actividades», explicó, así como que tuvo un problema con la comida desde el colegio, no consiguiendo comer sano.
«Lo intentaba todo. En secundaria, recuerdo que me sentía raro cuando llevaba almuerzos extraños a la escuela», continuó, incidiendo en que si lo ha conseguido finalmente ha sido gracias a «mucho ensayo y error». «Aún hoy, cuando la gente dice ‘¡Oh, mira sus fotos del antes y el después!’, todavía no siento que esté en ese después, en ese punto», reveló.
Por último, el joven, que ha reconocido que le llevó más de cinco años bajar de peso, incidió en que un elemento clave fue la religión católica que practica toda la familia, ya que dejó de comer pan durante la Cuaresma.