Publicado: diciembre 15, 2025, 8:26 am
iRobot, la empresa que revolucionó los robots aspiradores a principios de los 2000 con su modelo Roomba, se declara en bancarrota y propone ceder el control a su principal proveedor chino. El fabricante con sede en Massachusetts, que actualmente cotiza en bolsa, será adquirido por la empresa china Shenzhen PICEA Robotics y una filial de esta, según un comunicado de prensa recopilado por Bloomberg. Las acciones ordinarias de la compañía, fundada en 1990 por ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), quedarán sin valor bajo el plan propuesto del Capítulo 11 presentado el domingo en Delaware.
iRobot disfrutó de un éxito inicial con el Roomba, que lanzó en 2002 y que rápidamente se convirtió en sinónimo de aspiradoras autónomas. Sin embargo, las ganancias de la empresa -que ha vendido más de 40 millones de robots domésticos- comenzaron a disminuir en la era posterior al Covid, afectadas por problemas en la cadena de suministro y por competidores más baratos. De hecho, la empresa ya advirtió acerca de una posible bancarrota a principios de este mes. En 2022, Amazon hizo una oferta que habría cambiado la suerte de la compañía, pero esta se vino abajo debido a un conflicto con las autoridades de competencia de la Unión Europea.
iRobot recibió más de 90 millones de dólares (76 millones de euros al cambio actual) en compensación por el fracaso del acuerdo, pero parte de ese dinero se utilizó para pagar honorarios de asesores y para reembolsar una parte de un préstamo de 200 millones de dólares (170 millones de euros) otorgado por Carlyle Group como financiación puente mientras se cerraba la transacción con Amazon. El mes pasado, la filial de Shenzhen PICEA, Santrum Hong Kong, adquirió los 191 millones de dólares (162 millones de euros) de deuda pendiente -incluidos principal e intereses- de la firma de inversión estadounidense, y desde entonces PICEA ha estado en conversaciones con iRobot para asegurar nuevo capital y abordar la deuda pendiente.
El plan de bancarrota permitirá que iRobot continúe operando y siga cumpliendo sus compromisos con los empleados, además de realizar pagos completos y puntuales a proveedores y otros acreedores por los importes adeudados durante todo el proceso supervisado por el tribunal, según informó la compañía en un comunicado. En la solicitud, la empresa declaró activos y pasivos por un valor de entre 100 y 500 millones de dólares (85 y 425 millones de euros).
