Publicado: septiembre 15, 2025, 9:34 pm
Un gol de Pere Milla, que vive su propia redención, y otro de Roberto Fernández parecían encaminar al Espanyol hacia una noche plácida en Cornellà. El equipo volaba, dominaba al Mallorca, encontraba profundidad por las bandas y se sentía arropado por 26.082 aficionados un lunes en el RCDE Stadium. Pero el duelo dio un vuelco en cuestión de minutos: penalti para el Mallorca, expulsión de Milla y arreón de Muriqi para igualar el marcador en el tramo final del partido. Lo que era un vuelo tranquilo se convirtió en un ejercicio de resistencia, y entre el vértigo apareció Kike García para transformar un penalti y sellar un triunfo que mantiene al Espanyol en una nube esta temporada (3-2). El triunfo perico catapulta al equipo tercero en la Liga, en puestos de Champions y empatado con el Barça por detrás del Real Madrid, al que se enfrentará el próximo fin de semana. Y también sostiene la comunidad con su afición, que responde al buen momento de su equipo.