Publicado: junio 8, 2025, 9:23 am
Con el nombre de Alfred Dreyfus quedó escrita una de las más negras páginas de la historia reciente de Francia. Acababa el siglo XIX cuando este capitán del Ejército fue condenado a cadena perpetua por alta traición. En realidad, era inocente. Los culpables los señaló después el escritor Émile Zola en su ya mítico artículo J’accuse…! («Yo acuso»).
El caso Dreyfus fue una injusticia promovida por las estructuras más arcaicas del Ejército francés (esas que luego serían derrotadas dos veces por Alemania) y alimentada por el antisemitismo, un sentimiento muy popular en aquella Europa que a alguien tenía que culpar de sus males. Ahora, 130 años después de la condena, la Asamblea Nacional de Francia ha aprobado por unanimidad elevar a rango de general al capitán Dreyfus.
Se trata de un proyecto de ley que sube a Dreyfus al rango de general de brigada. El texto, que pretende ser un acto de reparación, ha sido aprobado por unanimidad por la Asamblea Nacional (los 197 diputados presentes) y ahora pasa al Senado. Lo ha impulsado Gabriel Attal, líder de Renacimiento (partido centrista), que fue primer ministro del presidente Emmanuel Macron en 2024. El padre de Attal era judío.
La medida se considera un paso simbólico en la lucha contra el antisemitismo en la Francia moderna. «Más de 130 años después, la representación nacional honra los valores y principios de la República, lo que viene a hacer justicia. Viene a devolver todo lo que se le debe a este hombre que luchó por Francia. Un héroe francés», ha subrayado Attal en redes sociales.
El caso Dreyfus
Alfred Dreyfus nació en el seno de una acaudalada familia de origen judío dedicada a la fabricación de textiles, que abandonó Alsacia cuando esta región fue anexionada por Alemania tras la Guerra Franco-Prusiana (1871). En 1872 optó por la ciudadanía francesa y decidió hacer la carrera militar, con el deseo de ver reintegrada Alsacia a Francia.
En aquel entonces, Francia era el único país que otorgaba la ciudadanía francesa a cualquier persona judía, de tal forma que podían desempeñar cargos públicos. En 1882, Dreyfus entró en la École polytechnique, alcanzando el grado de oficial de artillería. Ascendió a capitán en 1889 y un año más tarde entró en la Escuela de Guerra.
Tenía 36 años cuando, como capitán del Ejército francés, fue acusado de pasar información secreta a un agregado militar alemán. Era octubre de 1894. La acusación se basaba en la comparación de la caligrafía de un documento hallado en la papelera del alemán en París.
Dreyfus fue juzgado en medio de una virulenta campaña de prensa antisemita. Esa campaña sólo la rompió el valor del Émile Zola, que el 13 de enero de 1898 publicó en el diario L’Aurore su famoso J’accuse…! (Carta al Presidente de la República), en apoyo del capitán. El novelista fue procesado por difamación y condenado a un año de cárcel, y a una multa de 7.500 francos. Zola optó por exiliarse en Londres.
Pero la verdad no interesaba a las altas esferas del poder militar de Francia. Pese a la falta de pruebas, Dreyfus fue declarado culpable de traición, condenado a cadena perpetua en la infame colonia penal de la Isla del Diablo, en la Guayana Francesa, y destituido públicamente de su rango.
La degradación de Dreyfus se escenificó en el patio principal de la Escuela Militar francesa ante 20.000 personas. Ese público, henchido de antisemitismo, pudo ver cómo un superior arrancaba al capitán las condecoraciones de la pechera y partía su sable.
Picquart, el héroe que buscó la verdad
Sin embargo, alguien quiso molestarse en buscar la verdad para hacer, realmente, justicia. El teniente coronel Georges Picquart, jefe de los servicios de inteligencia, volvió a investigar el caso en secreto y descubrió que la letra del mensaje incriminatorio pertenecía a otro oficial, Ferdinand Walsin Esterhazy. Cuando Picquart presentó las pruebas al Estado Mayor del ejército francés, fue expulsado del ejército y encarcelado durante un año, mientras que Esterhazy fue absuelto.
En junio de 1899, Dreyfus regresó a Francia para un segundo juicio. Inicialmente fue declarado culpable y condenado a 10 años de prisión, pero luego resultó indultado oficialmente, aunque no absuelto de los cargos. Solo en 1906, tras numerosas peripecias, el Tribunal Supremo de Apelaciones revocó el veredicto original, exonerando a Dreyfus, que fue restituido con el rango de mayor. Sirvió durante la Primera Guerra Mundial y falleció en 1935, a los 76 años.
¿Antisemitismo en el siglo XXI?
El ascenso simbólico de Dreyfus se produce en un momento de creciente alarma por los crímenes de odio contra los judíos en el país. «Ascender a Alfred Dreyfus al rango de general de brigada constituiría un acto de reparación, un reconocimiento a sus méritos y un homenaje a su compromiso con la República», declaró Attal. «El antisemitismo que afectó a Dreyfus no es cosa del pasado», aseguró, añadiendo que Francia debía reafirmar su «compromiso absoluto contra toda forma de discriminación».
El país alberga la mayor población judía fuera de Israel y Estados Unidos. Se ha registrado un aumento en los ataques reportados contra miembros de la comunidad judía francesa desde los atentados de Hamás del 7 de octubre de 2023 y la posterior y devastadora ofensiva militar de Israel en la Franja de Gaza.
Durante el debate en la comisión de defensa del parlamento, el ponente del proyecto de ley, el diputado de Renacimiento, Charles Sitzenstuhl, sugirió que Dreyfus podría ser enterrado en el Panteón, el mausoleo parisino reservado para los grandes héroes de Francia. La decisión la debe tomar Macron.