Publicado: agosto 19, 2025, 8:09 am
La columna vertebradora de nuestra fuerza laboral, los autónomos , enfrentan varios problemas significativos de los que depende su propio negocio. Desde la alta carga fiscal y burocrática, pasando por un mayor desamparo en comparación a los trabajadores por cuenta ajena hasta la incertidumbre económica de no saber si al mes siguiente irás con el agua al cuello, son algunos de los lamentos de nuestros autónomos. A ello hay que sumarle el aumento descontrolado de los alquileres que asfixia más a un colectivo de por sí con dificultades. El 43% de los autónomos destina entre un 25% y un 50% de sus ingresos netos mensuales al pago del alquiler de su local de trabajo, tal y como revela la segunda encuesta del Observatorio del Trabajo Autónomo impulsada por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae). No es solo un tema de vivienda. Que los alquileres están desbocados es una afirmación que no sorprende a nadie. Desde la organización de autónomos denuncian el «peso insoportable» que el precio del alquiler supone, siendo un componente esencial en muchos casos para el correcto desarrollo de la actividad laboral. De modo que, para quien arrendar un local se más una obligación a una opción y no pueda asumirlo, «simplemente tiene que cerrar» , lamenta la secretaria general de Uatae, María José landaburu. Miles de trabajadores por cuenta propia de nuestro país cargan con el peso de mantener su actividad bajo una presión económica constante, «sin apenas margen para invertir, ahorrar o crecer» , puntualiza Uatae. Cabe señalar que el importe derivado de arrendamientos entra dentro de la lista de gastos deducibles para autónomos siempre y cuando se acredite su vinculación a la actividad desarrollada por la empresa, esté correctamente justificado a través de factura, recibo o medio de prueba pertinente y se encuentre registrado en la contabilidad. Para ello, podrán deducirse dicho gasto por medio del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA). Así, este colectivo podrá deducirse tanto el alquiler de un local, comercio, puesto de trabajo o, incluso, la parte proporcional de la cuota de alquiler de la vivienda en que habite y corresponda al espacio de la casa dedicado a ejercer su actividad económica. Sin embargo, no todas las deducciones son aceptadas y muchas veces incurren en cantidad de burocracia para tratar de justificar el vínculo con la actividad laboral para acabar pagándolo al completo, o al menos habiendo adelantado las cantidades, con la consecuente presión económica que supone, hasta que Hacienda resuelva el entuerto. En este sentido, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) cargaba hace un par de meses contra la presión fiscal «cada vez más asfixiante y desproporcionada» que, a su juicio, la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AET) ejerce sobre los trabajadores por cuenta propia y pequeñas sociedades, como publicó este diario . La confederación nacional denunciaba la cantidad de reclamaciones llegadas desde la Agencia Tributaria en relación con deducciones fiscales correspondientes a conceptos que sistemáticamente habían sido «reconocidos legalmente durante años».