Publicado: julio 31, 2025, 7:24 pm
Pensemos por un momento en lo que son capaces de hacer animales como un oso o una marmota. Duermen durante meses, sin comer ni beber, con sus cuerpos al límite de la congelación y el metabolismo y la actividad cerebral reducidos a la mínima expresión. Al despertar, sin embargo, se recuperan sin problema de unos cambios fisiológicos que resultan muy parecidos a los de enfermedades que causan estragos en los humanos, como la diabetes tipo 2, el alzhéimer o los accidentes cerebrovasculares. La extraordinaria capacidad de hibernación de estos y otros muchos animales resulta asombrosa, y ahora dos equipos de investigadores acaban de revelar, en sendos artículos en ‘ Science ‘, que su secreto podría estar escondido en nuestro propio… Ver Más