Publicado: octubre 25, 2025, 2:23 pm
El psiquiatra y especialista en salud cerebral Daniel Amen, fundador y director ejecutivo de las ClÃnicas Amen en EEUU, propone un método sencillo pero transformador para detener los pensamientos negativos. Su técnica, basada en el autocuestionamiento y la repetición consciente, busca romper el ciclo mental que alimenta la ansiedad, la tristeza o el enfado.
«Los pensamientos negativos son un hábito. Como todos los hábitos, necesitas repetir el proceso una y otra vez para cambiarlo», explica Amen en el podcast The Diary of a CEO. Según él, cada vez que una persona tiene un razonamiento triste, enfadado o ansioso, su cerebro libera sustancias quÃmicas que la hacen sentir mal de inmediato. «Tus manos se enfrÃan, sudas, tus músculos se tensan, tu respiración se acelera… Todo ocurre de forma instantánea», señala.
Amen sostiene que el cerebro humano tiende de forma natural hacia los pensamientos negativos porque resultan más estimulantes que los positivos. Por eso, recomienda un ejercicio de escritura y reflexión para neutralizarlos y recuperar el control.
El método de las cinco preguntas
Cuando una persona está atrapada en una espiral de preocupación o malestar, el psiquiatra propone escribir lo que estás pensando y preguntarte, una a una, estas cuestiones:
- ¿Es real?
- ¿Es absolutamente real?
- ¿Cómo me siento cuando tengo este pensamiento?
- ¿Cómo actúo cuando tengo este pensamiento?
- ¿Cuál es el resultado de tener este pensamiento?
El objetivo es tomar distancia emocional y analizar el impacto real que ese pensamiento tiene en las emociones y comportamientos. «Solo con escribirlo y mirarlo de frente, el pensamiento pierde fuerza», explica Amen.
Darle la vuelta al pensamiento
El psiquiatra añade una segunda parte al ejercicio, igual de importante: invertir la perspectiva y comprobar si lo opuesto también podrÃa ser cierto. Para ello, sugiere tres preguntas adicionales:
- ¿Cómo me sentirÃa sin este pensamiento?
- ¿Cómo actuarÃa sin este pensamiento?
- ¿Cuál serÃa el resultado de no tener este pensamiento?
Amen lo ilustra con un ejemplo personal: «Si pienso ‘Tana nunca me escucha’ —Tana es mi esposa—, pruebo a decir ‘Tana sà me escucha’ y me pregunto si eso también es verdad. Muchas veces lo es». Este pequeño cambio, afirma, puede tener un efecto poderoso en el cerebro. «Es el momento en que dejas de ser vÃctima de tus propios pensamientos», resume.
El especialista insiste en que este proceso no funciona de un dÃa para otro: requiere práctica, constancia y disposición para observar los propios pensamientos sin juicio. «Si lo haces de forma repetida, puede transformar completamente tu forma de pensar», asegura.
