Publicado: abril 22, 2025, 1:23 pm
El Vaticano cuenta con un protocolo diseñado a la medida para, rápidamente, actuar una vez el Papa fallece. Los cardenales menores de 80 años deben reunirse en la Capilla Sixtina para las jornadas de votación en busca de alguien que pueda asumir el poder de la iglesia. Estas elecciones se celebran de manera secreta en un proceso que lleva por nombre cónclave.
El método mediante el cual se elige un nuevo Papa poco o nada ha cambiado desde hace más de 800 años con la creación de la constitución apostólica Universis Dominici Gregis y comienza con el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel dirigiendo la iglesia de manera momentánea. Es este mismo quien, no solo anuncia la muerte de pontífice, sino que también lleva a cabo la ceremonia privada y dirige el homenaje en la Basílica de San Pedro.
Cuándo comienza el cónclave para elegir un nuevo Papa
Según el protocolo, la celebración del cónclave debe suceder casi de manera inmediata. Así, se establece un plazo de entre 15 y 20 días tras la muerte del Papa para que los cardenales lleguen a la Ciudad Vaticano desde diferentes lugares del mundo. No obstante, si todos los cardenales están presentes se puede iniciar antes de este periodo estipulado.
En este contexto, el cónclave se celebraría entre el martes 6 de mayo y el domingo 11 de mayo, dependiendo del tiempo que tarden los cardenales del Colegio Cardenalicio en llegar a Roma. Cabe resaltar que es imposible establecer a ciencia cierta en qué momento se elegiría oficialmente la nueva cabeza de la Iglesia, todo dependerá de la fecha en la que los cardenales alcancen el consenso y divisemos sobre el vaticano la conocida fumata blanca.
Plazos una vez comienza el cónclave
Una vez que el cónclave comienza, no hay un plazo máximo establecido para su duración. Las votaciones inician el primer día con una sola ronda por la tarde; a partir del segundo día, se realizan hasta cuatro votaciones diarias: dos por la mañana y dos por la tarde. Después de tres días sin resultado, se hace una pausa de oración y reflexión, seguida de más rondas, repitiendo este ciclo si es necesario.
Aunque algunos cónclaves han durado semanas o incluso meses en siglos pasados, los más recientes han sido breves. Por ejemplo, el cónclave de 2013 que eligió al Papa Francisco duró solo cinco rondas de votación en dos días. Una vez que un candidato recibe al menos dos tercios de los votos y acepta el cargo, el cónclave concluye oficialmente, y se realiza el anuncio público del nuevo Papa con el tradicional “Habemus Papam”.