Publicado: octubre 10, 2025, 1:07 pm
El creador de contenido Illan M., más conocido como Amino Mojito, fue condenado el pasado martes, 3 de octubre, por el Tribunal Correccional de París a doce meses de cárcel por simular pinchar a desconocidos con jeringuillas, aparentemente «vacías», en distintos lugares públicos de Francia para, posteriormente, difundirlo en sus redes sociales.
Uno de los vídeos más polémicos de su serie, publicado en el mes de junio, alcanzó más de 9,3 millones de visualizaciones en TikTok, y en él aparece el influencer de 27 años, enmascarado y con guantes, acercándose a transeúntes desprevenidos para sorprenderlos simulando pinchazos con una jeringuilla. Entre ellos, un hombre de 50 años, quien lo denunció formalmente ante las autoridades tras sufrir un ataque de pánico.
La víctima, de nombre Philippe, fue grabada mientras huía de Mojito y, una vez se llevó a cabo la «broma callejera», fue diagnosticada de un trauma psicológico, con una incapacidad laboral de siete días, al considerar que había sido contagiado con una enfermedad debido a la supuesta inyección de un objeto punzante.
De acuerdo a la sentencia, el tiktoker, cuyo perfil oficial quedó suspendido de la plataforma el pasado 24 de junio, fue condenado por violencia intencional agravada, a la que se sumaron otros delitos relacionados con la difusión de vídeos que atentan contra la dignidad y la tenencia (y uso) de un objeto peligroso.
En consecuencia, Mojito deberá cumplir una pena de 12 meses de cárcel —seis meses de los cuales de cumplimiento efectivo y los otros seis con suspensión—. Según Le Parisien, deberá llevar «una pulsera electrónica» durante la parte fija de la condena, cuyo tiempo se deducirá del que ya pasó en prisión preventiva a lo largo de este verano.
Además, el creador de contenido, de origen argelino, deberá asumir una multa económica de 1.500 euros, así como la prohibición de poseer o portar armas durante los próximos tres años.
Ante el tribunal, Amine Mojito admitió que, pese a que no obtuvo ingresos de la plataforma, con su serie de vídeos de «El pinchador loco» buscaba alcanzar notoriedad en redes, inspirándose en el éxito cosechado por otros creadores con «bromas» similares en Portugal.
Aunque aclaró que no pretendía agredir a sus víctimas al usar una jeringuilla «vacía» y tapada, tampoco negó el posible perjuicio emocional al confirmar el «miedo» en sus reacciones. «Yo me asustaría si alguien se acercara con una jeringa», confesó el influencer durante su juicio del 5 de septiembre, asegurando que, en el caso concreto del denunciante, no pudo avisarle de que se trataba de una «broma», pues se «escapó».
Por su parte, la fiscalía francesa, que solicitaba quince meses de prisión, puso sobre la mesa las numerosas denuncias de ataques anónimos que se interpusieron en la época de los hechos. En concreto, se puso el foco en el día de la Fiesta de la Música, durante el cual se registraron cerca de 145 denuncias, muchas de las cuales no pudieron atribuirse a ningún autor.
