Publicado: septiembre 4, 2025, 5:18 am
Han trascurrido casi 25 años desde el caso Microsoft, en el que el Departamento de Justicia de los EUA y diversas procuradurías estatales denunciaron a la empresa por diversos actos de monopolización. En aquel entonces, el juez encargado del caso resolvió separar a la empresa en dos entidades independientes, una encargada de ofrecer sistemas operativos y otra encargada de ofrecer aplicaciones. Al final, las autoridades negociaron remedios de acceso, no discriminación y desempaquetamiento menos drásticos y reconocieron que los costos de la separación habrían sido inmensos para la empresa y para los consumidores.
Este comentario viene al caso porque ayer en ese país finalmente se resolvió el juicio contra Google, en el cual el juez concluyó que la empresa mantuvo ilegalmente un monopolio en los mercados de búsqueda en línea y publicidad aplicando diversas estrategias, entre ellas acuerdos multimillonarios con fabricantes de equipos como Apple y Samsung, para que éstos utilizaran el buscador de la acusada como el motor de búsqueda predeterminado en dispositivos móviles y navegadores.
Hubo gran especulación acerca de los remedios que podrían ser impuestos. Incluso se barajó la posibilidad de desinversiones de Android, Chrome o AdWords, plataforma para la venta de publicidad. Finalmente, el juez adoptó una solución intermedia, que evita el desmembramiento de Google y reconoce que la posible desincorporación de Android o Chrome mermaría innecesariamente la capacidad de la empresa de dirigir tráfico hacia sus servicios de búsqueda y publicidad. Además, la desinversión de Android afectaría el desarrollo de servicios de inteligencia artificial en dispositivos móviles.
Google tendrá prohibido celebrar contratos de exclusividad relacionados con la distribución de Google Search, Chrome, Google Assistant y Gemini. La empresa no podrá mantener acuerdos que condicionen la concesión de licencias de cualquier aplicación de Google a la distribución, precarga o instalación de Google Search, Chrome, Google Assistant o Gemini en cualquier parte de un dispositivo; que condicionen la recepción de pagos por participación en ingresos por la instalación de una aplicación de Google a cambio de la instalación de otra aplicación de Google; que condicionen la recepción de pagos por participación en ingresos a mantener Google Search, Chrome, Google Assistant o Gemini en cualquier dispositivo, navegador o punto de acceso de búsqueda por más de un año; o prohíban la distribuición simultánea de cualquier otro motor de búsqueda general, navegador o producto de inteligencia artificial generativa.
Además, Google deberá poner a disposición de ciertos competidores determinados datos de su índice de búsqueda y de la interacción de los usuarios y estará obligada a ofrecer a ciertos competidores servicios de sindicación de búsqueda y de anuncios de texto de búsqueda. Como resultado de estas medidas, se espera una mayor apertura del mercado al permitir que rivales actuales y potenciales puedan entregar resultados de búsqueda y anuncios de alta calidad y compitan con Google mientras desarrollan su propia capacidad.
Las medidas tendrán una vigencia de cinco años, con posibilidad de extenderse un sexto año. El asunto no ha concluido, pues la parte acusadora tiene la posibilidad de apelar la sentencia y Google deberá presentar un plan de cumplimiento de los remedios.
La decisión ha sido complicada, pues la naturaleza de la industria implica cambios constantes en las condiciones de mercado. De hecho, un argumento que parece que ha influenciado la decisión es que los mercados digitales cambian tan rápido que pueden hacer que los remedios legales resulten ineficaces, si no es que dañinos. El reto para las autoridades de competencia es mayúsculo, pues en industrias tradicionales es relativamente sencillo prever el resultado de la aplicación de un remedio regulatorio. Sin embargo, en industrias en constante evolución, las autoridades deben resolver con un alto grado de incertidumbre, pues los mercados investigados suelen ser distintos de como eran al inicio de las investigaciones.
*Especialista en competencia económica y regulación. Socio Director de Ockham Economic Consulting