Publicado: octubre 1, 2025, 9:23 am
Algunos estudios han sugerido en el pasado que los ratones muestran sus emociones con expresiones faciales, al igual que los humanos reflejamos la alegría, la tristeza o el miedo de forma universal. Un artículo publicado en ‘Science’ en 2020 identificó cinco emociones en la cara de los roedores: placer, asco, náuseas, dolor y miedo. Incluso se podía medir su intensidad. Esta semana, investigadores portugueses han dado a conocer un nuevo estudio que va mucho más allá. El equipo de la Fundación Champalimaud asegura ser capaz de descifrar «los pensamientos» de los ratones con solo mirarles a la cara, a partir de sutiles movimientos faciales. Lo cuentan en la prestigiosa revista ‘Nature Neuroscience’. Los pensamientos que los autores ‘leen’ se centran en la toma de decisiones del ratón ante el dilema de seguir con una actividad o dejarla. En un estudio publicado en 2023, el equipo planteó a los roedores un reto: en un entorno experimental, se les ofrecía una fuente que daba una recompensa de azúcar. El truco es que a veces, de forma impredecible, la fuente estaba seca, así que el animal debía decidir si quería seguir intentándolo o abandonar para explorar el entorno en busca de otras recompensas desplazándose por una cinta de correr. «Lo interesante es que el ratón podía jugar el juego de manera muy distinta, podía adoptar diferentes estrategias y esas estrategias se pueden definir matemáticamente. A través de modelos computacionales pudimos predecir cuál de ellas iba a tomar y cuándo», afirma Fanny Cazettes, primera autora y actualmente investigadora en la Universidad de Aix-Marsella. El equipo registró los movimientos faciales de los animales junto con la actividad neuronal cerebral y analizó estos datos mediante algoritmos de aprendizaje automático. Los resultados fueron sorprendentes: al parecer, los movimientos faciales, como mover levemente el hocico o sacar la lengua, daban tanta información sobre lo que pensaba el ratón como poblaciones de cien o 200 neuronas. «Los ratones tienen realmente una terrible cara de póker. Pudimos leer en sus caras todas las estrategias escondidas. Lo que también me resultó muy sorprendente fue que las expresiones unidas para cada estrategia eran las mismas para cada ratón», dice Cazettes. «No era algo que aparecía en un solo ejemplar o en una sola sesión. Estaba generalizado en distintas sesiones y en distintas animales», subraya David Reato, actualmente investigador asociado en la Universidad de Aix-Marsella y Mines Saint-Étienne. Esto sugiere que el reflejo de patrones específicos de pensamiento podría estar estereotipados en movimientos faciales, al igual que las emociones. Además, los investigadores encontraron una región en el córtex cerebral que parece vinculada con la generación de esas estrategias y esas expresiones faciales. Los resultados, según los autores, tienen importantes implicaciones, ya que sugieren que el contenido de la mente puede leerse en grabaciones de vídeo. Extrapolado a los seres humanos, el hallazgo podría ofrecer nuevas y poderosas herramientas para la investigación del cerebro de forma no invasiva, lo que podría ayudarnos a comprender mejor su función, especialmente ante algunas enfermedades. Sin embargo, dada la omnipresencia de las grabaciones de vídeo en nuestra sociedad, especialmente en las redes sociales, advierten de que también podría abrir la puerta a entrar en la privacidad individual, pensamientos que no necesariamente se quieren compartir. «Necesitamos más estudios para saber hasta dónde puede llegar esto. Tener un acceso tan fácil al contenido oculto de la mente pone de relieve la necesidad de empezar a pensar en regulaciones que protejan nuestra privacidad mental y eviten los abusos», afirma Zachary Mainen, investigador principal de la Fundación Champalimaud.