Publicado: octubre 9, 2025, 5:23 am
Estados Unidos anunció a bombo y platillo un escudo antimisiles que servirá para proteger a todo el territorio estadounidense. Este proyecto se dio a conocer a principios de marzo, puede tener un coste aproximado de 175.000 millones de dólares, podría incluir interceptores y sensores espaciales o sistemas de energía dirigida para destruir misiles y, según las estimaciones de Donald Trump, se prevé que Golden Dome está listo en 2029, aunque se encuentra en fase conceptual.
Aunque todavía quedan cuatro años para ver el despliegue oficial de este sistema de defensa, China ha tomado la delantera porque ha desplegado un prototipo funcional de un escudo antimisiles, similar al proyecto estadounidense.
Con este anuncio compartido por el diario South China Morning Post, queda claro que dicho país ha igualado la ambición estadounidense, pero, a diferencia del territorio presidido por Trump, China ya ha desplegado «una plataforma distribuida de macrodatos para la detección y alerta temprana» de amenazas. Además, es importante mencionar que es la primera vez que un país pone en marcha un sistema de defensa con cobertura planetaria.
Cómo funciona el escudo espacial de China
El núcleo de este escudo funciona como una red bajo una arquitectura «dispersa, pero lógicamente unificada». Es decir, los componentes están distribuidos por todo el mundo a pesar que operan como un único sistema coherente, además, no reemplaza a la infraestructura militar existente, sino que se integra con ella como una capa superior para unificar los datos fragmentados y aislados que son procedentes de una amplia red de sensores, con el objetivo de crear una visión global del campo de batalla.
También, es capaz de monitorizar simultáneamente hasta mil misiles lanzados contra China desde cualquier lugar del planeta. Pero, ¿cómo es posible? El escudo espacial utiliza el protocolo de transporte de red QUIC para garantizar transmisiones ultrarrápidas y fiables, así pues, analiza en tiempo real las trayectorias para orientar los sistemas de intercepción.
Por lo tanto, cuando se detecta una amenaza, entran en acción interceptores como el HQ-29. Dicho misil está pensado para destruir misiles balísticos y satélites por encima de la atmósfera mediante el impacto cinético, ya que incorpora un sistema de maniobra avanzado para realizar correcciones de rumbo en la fase final de vuelo, aumentando la probabilidad de impacto directo y la capacidad para neutralizar armas hipersónicas.
Aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo
South China Morning Post indica que, «aunque la plataforma distribuida aún se encuentra en sus primeras etapas de desarrollo, puede monitorear simultáneamente mil misiles disparados contra China desde cualquier parte del mundo».
Por otra parte, este mismo medio agrega que «el sistema puede integrar datos de diferentes tipos de plataformas militares y transmitir y analizar volúmenes masivos de datos a alta velocidad a través de redes militares de alta seguridad, pero con ancho de banda limitado, incluso cuando están sujetas a interferencias o interrupciones».
