Publicado: noviembre 8, 2025, 1:23 pm
Here we go again. Tres astronautas chinos se encuentran funcionalmente varados en la estación espacial Tiangong tras el aparente impacto de basura espacial con la nave Shenzhou-20. La Agencia Espacial de Misiones Tripuladas de China (CMSA) aún no se ha pronunciado sobre su regreso.
Lo que sabemos. Chen Dong, Chen Zhongrui y Wang Jie debían regresar a la Tierra el pasado 5 de noviembre. Su vuelo de retorno fue pospuesto para examinar a fondo la nave espacial Shenzhou-20 por el posible impacto de pequeños fragmentos de basura espacial mientras estaba acoplada a la estación china.
Los tres tripulantes se encuentran a salvo. El daño en la cápsula se descubrió «durante las comprobaciones finales previas a la reentrada». Pero la tripulación de relevo ya había llegado, lo que significa que hay dos naves (Shenzhou-20 y Shenzhou-21) y seis astronautas a bordo de una estación diseñada para tres.
La CMSA centra sus pesquisas en la integridad del escudo térmico y los sistemas de paracaídas de la nave. Un fallo en cualquiera de estos elementos durante la reentrada atmosférica de la nave podría ser catastrófico.
Lo que no sabemos. La CMSA no es una agencia espacial homóloga a la NASA y la ESA, sino una unidad del ejército chino que depende del mando militar. Sus comunicaciones son, en consecuencia, limitadas. No conocemos el alcance de los daños en la nave ni si realmente se debió al impacto de basura espacial.
Todavía no hay una fecha prevista para su regreso. Dependerá de si la nave es considerada segura o del nivel de riesgos que la CMSA esté dispuesta a tomar. Asumiendo que la nave está dañada, hay tres posibles opciones.
Las tres opciones. El plan más arriesgado sería intentar una reparación en órbita con una caminata espacial. El comandante Chen Dong es el astronauta chino con más horas de actividad extravehicular, pero certificar un escudo térmico como «seguro» tras un impacto es algo totalmente nuevo.
Si la CMSA decide sacrificar la nave, entonces se abren otras dos alternativas: la rápida y la lenta. La rápida sería usar la nave de relevo (Shenzhou-21) como bote salvavidas para los tres tripulantes de la Shenzhou-20. El problema es que los asientos están moldeados al cuerpo de cada astronauta, así que esta opción requeriría desmontar los asientos de ambas naves e intercambiarlos, una operación compleja que nunca se ha hecho en órbita.
La opción lenta sería preparar la siguiente nave (Shenzhou-22) en tierra para un «servicio de emergencia», lanzándola vacía a la estación espacial china como ocurrió con la Soyuz MS-23 rusa en 2023. Es la opción más segura, pero también la más lenta y costosa para traer de vuelta a los astronautas.
Tres veces en tres años. Esta es la primera vez que China pasa por una situación así, pero la tercera ocasión en tres años en la que una tripulación queda en órbita sin un billete de vuelta claro.
La Soyuz MS-22 perdió a chorros líquido refrigerante tras el impacto de un micrometeorito mientras estaba acoplada a la Estación espacial Internacional, lo que obligó a Rusia a mandar la cápsula Soyuz MS-23 vacía para traer de vuelta a los cosmonautas.
En 2024, los dos tripulantes de la nave Starliner de Boeing pasaron a formar parte de la tripulación permanente de la Estación Espacial Internacional a la espera de que una nave Crew Dragon de SpaceX llegara con dos asientos vacíos para su regreso. En esta ocasión, la basura espacial no tuvo nada que ver.
Imagen | CMSA
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La noticia
China guarda silencio sobre sus astronautas «varados» en órbita: si la nave está dañada, tienen tres opciones
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Matías S. Zavia
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