Publicado: mayo 16, 2025, 7:24 am
Las megaconstrucciones son edificaciones de proporciones gigantescas que son propias de la ingeniería de megaescala. China es el país que posee más edificaciones de este estilo, puesto a que tiene la turbina eólica más grande del mundo para suministrar energía a 160.000 hogares, quiere construir una central fotovoltaica de un kilómetro de largo en el espacio, está levantando una isla para albergar un aeropuerto gigante y espera desarrollar el mayor parque fotovoltaico con una capacidad máxima de 100 GW.
Más allá de estas megaconstrucciones, el país quiere seguir innovando en el ámbito de las infraestructuras, aunque, con su última innovación, China está centrando todos sus esfuerzos y estrategias en el ámbito marino.
Concretamente, un grupo de científicos chinos del Instituto de Física Atmosférica de la Academia China de Ciencias y el Centro de Información de Redes Informáticas ha creado el sistema de simulación oceánica más avanzado del mundo, llamado LICOMK++.
Esta innovación es un punto de referencia en el modelado oceánico global, ofrece una precisión muy avanzada al modelar el comportamiento de los océanos y proporciona interacción con los sistemas climáticos. Además, dicho sistema evidencia la firme voluntad de China de alcanzar la autosuficiencia tecnológica en sectores estratégicos, especialmente frente a los severos embargos impuestos por Estados Unidos.
Esto es lo que aporta a la comunidad científica
LICOMK++ cuenta con una resolución de un kilómetro, supera las barras computacionales para ofrecer una precisión inigualable en el modelado de la dinámica oceánica global y los patrones climáticos, y desafía las restricciones tecnológicas impuestas por los controles estadounidenses a la exportación de semiconductores.
Pero, ¿qué beneficios aporta a la comunidad científica? Denominado como ‘microscopio oceánico’, este simulador de ultraalta resolución permite a los científicos analizar procesos complejos, mejorando significativamente las predicciones de fenómenos meteorológicos extremos —como los tifones, olas de calor e inundaciones—.
Asimismo, su propósito consiste en impulsar la investigación climática a nivel global y fortalecer la capacidad de la comunidad científica para mejorar las estrategias de respuesta ante desastres y la planificación de la resiliencia costera, proporcionando un recurso crucial en un contexto de crecientes pérdidas económicas vinculadas al cambio climático.
Otras de sus competencias
Más allá de estas capacidades, el simulador contribuirá a la investigación para visualizar en 3D las corrientes oceánicas globales con detalles de hasta un kilómetro, observar en tiempo real cómo se forman y evolucionan los remolinos oceánicos, simular escenarios climáticos con base en diferentes emisiones de gases de efecto invernadero, e integrar datos satelitales para calibrar y validar las simulaciones.
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