Publicado: mayo 6, 2025, 2:10 pm
La cúpula del Sevilla vive aterrada con el día de mañana, que en este caso será el partido del sábado contra el Celta . O primero el del viernes de Las Palmas en su estadio, puesto que los sevillistas ahora están pendientes de todo aquello que ocurra en cualquier estadio donde se juega la permanencia, puesto que tiene mucho que perder en caso de victoria de alguno de los involucrados en su misma pelea. Ese miedo al desastre es palpable en las oficinas de la Ciudad deportiva o en el Sánchez-Pizjuán . Sin embargo, en el banquillo sigue existiendo una voz que no lo da todo por perdido , que sigue confiando en que llegará la necesaria victoria y trabaja sin descanso en que la plantilla tenga esa pequeña dosis de confianza que Joaquín Caparrós pueda transmitirle. De hecho, como entrenador al uso, es indiscutible que el técnico utrerano ha colocado su sello al equipo , otro asunto es que guste más o menos, o sus métodos y estilo sean cercanos al perfil de jugadores que tiene en su vestuario. Y está moviendo el árbol sin descanso. Tira de los jugadores el filial sin pudor, además de hacer cambios de posición de jugadores de ataque, realizando sustituciones al descanso y dejando de lado cualquier libreto preparatorio del partido. El propio encuentro le señala las modificaciones. Hasta ahí bien. Otro asunto es si el equipo le ha comprado realmente su discurso futbolístico y si ha evolucionado con el recambio en el banquillo o, por contra, ha dado pasos hacia atrás . De todos modos, Caparrós , quien siempre ha sido un motivador nato, trata de insuflarle a sus hombres, comenzando por esos de la casa que tienen su figura en un pedestal por todo lo que le ha dado y sigue defendiendo a la los chicos de la Carretera de Utrera , el valor necesario para los últimos cuatro partidos. Que nadie piense, como si hacen desde el club, que la única posibilidad de conseguir la permanencia es venciendo a Las Palmas en casa, descartando de antemano los otros tres compromisos. El entrenador ahora es consciente de que ha cogido a un Sevilla en los huesos. Con falta de calidad y de personalidad . Que probablemente, viendo el actual panorama, se lo hubiese pensado dos veces antes de decirle que sí al equipo de su vida. Pese a todo, no podía darle la espalda a las personas que le llamaron para retomar su actividad en los banquillos y coger al Sevilla por cuarta vez en su carrera. Su mensaje es el único que llega con un halo de esperanza. El mensaje de Joaquín Caparrós.
