Publicado: diciembre 14, 2025, 6:23 am
Si hay una marca que ha sabido sacudir el avispero de la tecnología de consumo en los últimos años, esa es sin duda Nothing. Desde que Carl Pei decidió ir por libre, la compañía se ha empeñado en demostrar que el diseño industrial no tiene por qué ser aburrido ni monótono.
Lo hemos visto con sus teléfonos, esos Nothing Phone con la trasera transparente y las luces LED que parecen sacados de una película de ciencia ficción retro, y lo estamos viendo, quizás con más fuerza todavía, en su división de audio.
Siendo sinceros, el mercado de los auriculares inalámbricos se había vuelto un mar de clones blancos indistinguibles entre sí. Nothing ha llegado con una propuesta estética atrevida, casi descarada, que desborda personalidad.
Y lo mejor es que no es solo fachada; detrás de ese ‘look’ futurista suele haber productos con una relación calidad-precio que deja en evidencia a competidores mucho más caros. Los Nothing Ear (a) son, posiblemente, el mejor ejemplo de esta filosofía: un producto redondo que entra por los ojos y convence por el oído.
Hablamos de chollo con todas las letras porque su precio ha caído en picado. Aunque su etiqueta original rondaba los cien euros, ahora mismo es posible cazarlos en AliExpress por unos ridículos 45 euros aplicando el cupón descuento ESGS04.
çY ojo, que no es uno de esos envíos que tardan un mes en llegar desde un almacén perdido en Shenzhen; se envían desde España, lo que garantiza que en cuestión de tres días, o incluso menos, los tienes en casa listos para estrenar, sin líos de aduanas ni esperas eternas.
El diseño bien, pero sonido y ANC aún mejor
Lo primero que te golpea al ver los Nothing Ear (a) es su diseño. Mientras que la gama alta de la marca optaba por cajas cuadradas, aquí tenemos un estuche de carga que recuerda a un blíster de pastillas o una pequeña joya de plástico transparente.
Es compacto, es divertido y, sobre todo, es diferente. Mantiene esa identidad visual de la marca que deja ver las tripas de la tecnología, los imanes y los componentes internos, pero con un toque más fresco y juvenil.
Si optas por el color amarillo, que es el gran protagonista de esta generación, te llevas unos auriculares que tienen una personalidad arrolladora.
Pero, ¿cómo suenan? Porque al final del día, esto va de escuchar música. La sorpresa es mayúscula. Nothing ha decidido no recortar donde más duele y ha dotado a estos auriculares de certificación Hi-Res Audio y compatibilidad con el códec LDAC.
Para que nos entendamos: son capaces de transmitir música con una calidad y una tasa de bits muy superior a lo que estamos acostumbrados en este rango de precios. El sonido es potente y divertido. No buscan una respuesta plana de estudio que aburra a las ovejas, sino que apuestan por unos graves con pegada, gracias a un algoritmo de mejora de bajos que hace que el hip-hop o la electrónica suenen con una profundidad que te hace vibrar.
Los drivers de 11 milímetros hacen un trabajo fantástico separando instrumentos, consiguiendo que las voces se sientan claras y presentes sin ser tapadas por los bombos. Es un perfil de sonido muy disfrutable, pensado para la calle, para el gimnasio y para el día a día.
Otro punto donde suelen flaquear los auriculares «baratos» es en la Cancelación Activa de Ruido (ANC), pero aquí los Ear (a) vuelven a sacar pecho. Prometen una cancelación de hasta 45 dB, y en la práctica eso se traduce en un aislamiento más que competente.
El algoritmo inteligente detecta si hay fugas de sonido entre la almohadilla y tu oído y ajusta la intensidad de la cancelación para compensarlo. No te van a aislar como unos cascos de diadema de trescientos euros, evidentemente, pero son más que capaces de silenciar el ronroneo del motor del autobús, el barullo de una cafetería o el tecleo de los compañeros de oficina.
Además, cuentan con un modo transparencia que funciona de manera muy natural, permitiéndote escuchar si alguien te habla sin tener que quitártelos.
La batería es otro de sus fuertes. Con el estuche de carga, te puedes ir hasta casi las 43 horas de reproducción si no abusas de la cancelación de ruido. Y si te quedas seco, tienen carga rápida: con tenerlos diez minutos en la caja te dan para varias horas de música. Es esa tranquilidad de saber que no te van a dejar tirado a mitad de un viaje largo.
