Publicado: octubre 4, 2025, 12:23 pm
Hay un tipo de objeto que casi hemos olvidado que puede existir: tecnología que hace una cosa, la hace bien, y luego te deja en paz.
Llevo cuatro años leyendo en un Kindle. Podría usar el móvil, que va conmigo a todas partes y es más fácil de manejar. O la tablet, que ya la tengo y sirve para más cosas. Pero no lo hago. Porque el Kindle no compite por mi atención. Amazon ya ganó cuando compré el libro, no necesita que vuelva cada cinco minutos. Es tecnología de propósito único en un mundo de pantallas que buscan nuestra adicción.
Hace poco compré una radio FM de bolsillo. A pilas. La razón inicial fue práctica: tras la DANA y el apagón entendí lo necesario de tener dispositivos que funcionen cuando todo lo demás falla. Sin WiFi, sin datos móviles, sin necesitar electricidad. La radio simplemente funciona.
Pero descubrí otro uso. En Mestalla, para seguir la narración del partido sin tapar el sonido ambiente del campo. Desde la grada hay detalles que no captas, y la radio te da eso sin sacarte del estadio.
Intenté usar apps de radio online en directo. Inviable, las redes se saturan en los estadios. Y aunque funcione, la señal va con retraso. La FM va en tiempo real porque no pasa por servidores. Es tecnología antigua siendo superior en su contexto. Ahí está la clave: no es nostalgia, solo que cierta tecnología hace su trabajo sin pedirte nada a cambio.
El modelo de negocio del smartphone se basa en el engagement: cuanto más tiempo lo uses, más datos generan, más anuncios ven, más suscripciones venden. El lector de libros electrónicos no puede ser tan agresivo cobró. Una radio no tiene cuenta de lo que escuchas.
A principios de año pasé de un Apple Watch a un Garmin. Además de ser superior para el uso deportivo, es un Casio venido arriba, no un «reloj inteligente». Una vez ves ciertas métricas, no hay nada más que hacer con él.
Un principio similar al que me hizo pasar de Spotify a Apple Music. La primera tiene una aplicación de escritorio más fluida, pero se ha convertido en un bazar del audio. Su portada compite por tu atención. Apple Music tiene sus propios problemas, pero su experiencia es más limpia, más similar a la tradicional: álbumes y artistas tienen más protagonismo, hay vida más allá de las playlists.
El mismo patrón se repite fuera del hardware. Las newsletters y los podcasts frente a TikTok o YouTube. Los primeros requieren un acto deliberado: abres el correo, le das al play. Consumes lo que elegiste consumir y luego se acaba. TikTok y YouTube están diseñados para que nunca pares. El siguiente vídeo ya está cargando. La pestaña de recomendados te persigue. Su modelo de negocio depende de que no cierres la app.
Esta filosofía —llamémosla «tecnología que sirve sin dominar»— opera bajo principios distintos:
- Propósito único. El dispositivo hace una cosa. Su valor está en la especialización.
- Interfaz que desaparece. El diseño es tan simple que te olvidas de él. El objetivo es que la herramienta se vuelva invisible.
- Asincronía por defecto. El dispositivo no te interrumpe. Eres tú quien inicia la interacción, a tu ritmo.
- Punto final claro. Terminas un libro. Se acaba un partido. No hay bucle infinito diseñado para arrastrarte de un contenido a otro.
{«videoId»:»x7zmsee»,»autoplay»:false,»title»:»11 WEBS para DESCARGAR EBOOKS GRATIS para tu KINDLE Xataka TV», «tag»:»Kindle», «duration»:»321″}
El problema no es la tecnología. Es cómo hemos aceptado que debe comportarse. Hemos normalizado que nos interrumpa, nos mida, nos empuje hacia el siguiente contenido. Pero esa lógica no es inevitable. Es una elección de diseño. Y refleja un modelo de negocio.
La tecnología que sirve sin dominar no va a reemplazar al smartphone, pero su existencia nos recuerda que todavía podemos elegir herramientas que no nos traten como un recurso a extraer. Que funcionen para nosotros, no al revés.
Son islas de concentración en un océano de distracción. Y su valor está en recordarnos que el océano no es inevitable.
Imagen destacada | César Abner Martínez Aguilar
(function() {
window._JS_MODULES = window._JS_MODULES || {};
var headElement = document.getElementsByTagName(‘head’)[0];
if (_JS_MODULES.instagram) {
var instagramScript = document.createElement(‘script’);
instagramScript.src = ‘https://platform.instagram.com/en_US/embeds.js’;
instagramScript.async = true;
instagramScript.defer = true;
headElement.appendChild(instagramScript);
}
})();
–
La noticia
Cada vez me gusta más la tecnología que no quiere nada de mí: la que tiene un propósito y te deja en paz
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Javier Lacort
.