Publicado: octubre 25, 2025, 4:23 pm
La industria automotriz china tiene un objetivo: inundar occidente con sus coches. BYD es una de las compañías que, a la vez que quiere hacerse con el mercado nacional, quiere una buena porción del pastel internacional. Para ello tiene tantos empleados como un país pequeño, y para llevar a cabo su visión cuenta con la fábrica de coches más bestia que puedes imaginar.
Se trata de la planta de Zhengzhou, y más que una fábrica, es una ciudad.
¿Gigafactoría? Mejor Uberfactoría. Todo lo que rodea a la planta de Zhengzhou es imponente. Empezando por los tiempos, BYD y el gobierno de Henan firmaron el proyecto en septiembre de 2021, en apenas un mes comenzaron las obras y menos de dos años después la fábrica empezó a producir.
Su capacidad es imponente y, ya en su primera fase operativa en abril de 2023, demostró que podía tener una capacidad anual de 400.000 vehículos. No sólo la pusieron en marcha en tiempo récord: sus dimensiones también son de aúpa. Se estima que la planta tiene un área de 10,68 kilómetros cuadrados sólo en fábricas, pero cuando el proyecto llegue a su fin, ocupará unos 130 km².
Contexto. Diez veces más que la Gigafactoría de Tesla en Nevada, con sus 12 km², y más grande que el área de la ciudad de San Francisco (tiene unos 120 km², aproximadamente). No es raro que las grandes tecnológicas cuenten con “ciudades” bajo su control y, sin salirnos de China, Huawei tiene un campus similar (y otro que copia diferentes ciudades europeas). Pero lo de BYD es apabullante.
Más que coches. La fábrica es un proyecto “vivo” del que hasta el momento se han completado cuatro fases. Las dos primeras se han centrado en la producción de coches, pero como decíamos, estamos hablando de una fábrica que va más allá de los vehículos.
La tercera fase estrenó una planta para la fabricación de baterías y la cuarta tiene las instalaciones necesarias para la producción de semiconductores. Están en marcha nuevas fases para ampliar la producción hasta los dos millones de vehículos anuales y se estima que la instalación genera un vehículo completo cada 50 segundos.
Tecnología. Esto se logra gracias a una tasa de automatización del 98%, siendo de las más altas de la industria automotriz a nivel mundial. Por ejemplo, el proceso de soldadura se realiza con un 91% de mano de obra robot y hay cientos de ellos operando en otros sectores, como en el de ensamblaje o logística.
No es por falta de obra humana, ya que la fábrica emplea actualmente a unas 60.000 personas, siendo el 90% de las mismas procedentes de Zhengzhou o sus alrededores y hay planes para llegar hasta los 200.000 empleados en 2026. Imagina toda Salamanca trabajando en la misma fábrica.
República independiente de BYD. Es por eso que no hablamos sólo de una fábrica: también tiene viviendas y se está construyendo todo lo necesario para que sea una ciudad con todas las letras. Aparte de bloques de viviendas para los empleados, la megafactoría cuenta con comedores, áreas comerciales, instalaciones recreativas como campos de fútbol y otras zonas para hacer deporte, así como un sistema de transporte interno.
También tiene instalaciones adicionales para realizar pruebas a sus vehículos, como un circuito de 1.758 metros con nueve curvas, dunas de arena para realizar pruebas todoterreno, piscina de 70 metros (es donde se puede ver el Yangwang U8 en acción) y áreas multifuncionales para realizar test de frenada, aceleración y otras más concretas, como la del estacionamiento autónomo. Aparte de para pruebas, es como un parque de atracciones para quienes quieran ver las bondades de los coches EV de la marca.
Conexión internacional. Al final, es una mezcla entre ambición y espacio (algo que sobra en China), lo que da lugar a una ciudad enfocada en una sola tarea: producir coches de nueva energía con los que China está marcando la pauta a nivel mundial.
Además, es un motor económico para la región y un elemento tan estratégico que, en 2024, Zhengzhou inauguró el Puerto Terrestre Internacional con una línea ferroviaria de un kilómetro hasta la base de BYD. De esta forma, BYD puede producir coches y, al instante, mandarlos en tren al mercado internacional. También tiene más fácil el cargarlos en barcos RO-RO con capacidad para alcanzar Europa en tres o cuatro semanas.
Es tal la importancia de Zhengzhou para la compañía que su séptimo barco portacoches fue bautizado con el nombre de la ciudad.
Imágenes | BYD
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La noticia
BYD ha construido una megafactoría en tiempo récord. Y no es una simple fábrica de coches: es una ciudad
fue publicada originalmente en
Xataka
por
Alejandro Alcolea
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