Publicado: octubre 12, 2025, 7:23 am
Los drones son el arma del momento. La guerra de Ucrania ha mostrado sus virtudes para realizar ataques grupales que pueden desbordar, por número, las capacidades de un sistema defensivo. Además, estas aeronaves no tripuladas son baratos, adaptables y pueden ser pilotadas de forma remota.
Los drones están siendo una dolor de cabeza para la Europa occidental. Las intrusiones en el espacio aéreo de la OTAN, algunas de ellas atribuidas a Rusia, alcanzaron una escala sin precedentes en septiembre. El 10 de septiembre, un enjambre de drones rusos invadió el espacio aéreo de Polonia. Aviones de la OTAN tuvieron que actuar para interceptarlos y hasta derribarlos. Fue el primer encuentro directo entre la OTAN y Moscú desde que Rusia lanzó su guerra total contra Ucrania el 24 de febrero de 2022.
Europa se está viendo obligada a preparar una respuesta a tanto dron y que esa respuesta pueda incluir la posibilidad de derribarlos. El éxito del dron como arma ofensiva ha llevado a la industria militar a crear defensas contra ellos. En ese sentido, destaca el A1-Falke, un cuadricóptero diseñado para detectar, rastrear y capturar drones en vuelo.
Las Fuerzas Armadas Alemanas (Bundeswehr) lo acaban de recibir y ya lo han mostrado en el ejercicio de la OTAN «Red Storm Bravo», que tuvo lugar en Hamburgo a finales de septiembre. Según la revista Der Spiegel, el Ejército alemán recibirá un total de 24 sistemas A1-Falke en 2025, que serán 160 para 2027.
Es coloquial, pero resulta explicativo, decir que el dispositivo es de estilo Spiderman, porque lo que hace es capturar drones cual tela de araña. Lo fabrica Argus Interception, una empresa alemana fundada en 2023 por exoficiales militares y especializada en la lucha contra drones.
La interceptación de un dron no cooperativo se mostró con éxito por primera vez el 22 de septiembre de 2021, en una prueba en el Aeropuerto de Hamburgo. Este vídeo documenta aquella demostración:
Redes de 4×4 o 7×7 metros
El A1-Falke es un dron interceptor equipado con sensores que combina radar, lidar y software basado en IA con un lanzador de red para la captura física de objetivos. El aparato, que pesa menos de 25 kilos, ya ha sido reconocido por las agencias de seguridad europeas.
Para interceptar los drones, el sistema tiene un alcance superior a los diez metros y puede disparar hasta tres redes de 4×4 o 7×7 metros, informa Militaer Aktuell. Drones de hasta 7 kilos de peso pueden quedar atrapados en la red, ser transportados por el A1-Falke a un punto de descarga seguro y depositados allí automáticamente.
Según el fabricante, la probabilidad de interceptación es superior al 95%. El sistema funciona en cuatro modos o fases:
- Modo persecución
- Modo combate aéreo
- Modo escudo
- Archivo seguro
El interceptador puede montarse en vehículos, desplegarse en emplazamientos temporales u operarse desde ubicaciones fijas, además de integrarse con plataformas de mando y control existentes. Según la empresa, el A1-Falke está diseñado para facilitar su operación, mantenimiento y rearme.
Opera volando hasta un punto de intercepción designado, donde sus sensores a bordo toman el control antes de atacar. Los operadores conservan la autoridad para tomar decisiones, y la intervención se realiza mediante un único comando para dirigir al interceptor a la captura de un objetivo.
No sólo está pensado para acciones defensivas en el campo de batalla. «Los drones no autorizados o espías también representan una amenaza real para las instalaciones civiles y las infraestructuras críticas», asegura Argus Interception. Hablan de la invasión de la privacidad, la interrupción de grandes eventos, el espionaje industrial o la paralización de aeropuertos.