Publicado: octubre 25, 2025, 1:46 pm
Omar Montes y Lola Romero han dado la bienvenida a su primer hijo en común, Ismael. La noticia fue confirmada por el propio cantante a través de sus redes sociales, donde compartió una emotiva imagen del recién nacido, acompañado de un mensaje que decía: «Hola, me llamo Ismael y soy un niño muy pequeño».
La pareja, que lleva seis años junta, ha mantenido su vida privada alejada del foco mediático. Pero Lola Romero también ha hecho por tener un nombre propio como influencer con más de 70.000 seguidores en TikTok. Cabe resaltar que, este es el segundo hijo para Omar Montes, quien ya tiene un hijo de 13 años llamado Omar Jr., fruto de su relación con Nuria Hidalgo.
¿Quién es Lola Romero?
Lola Romero es una joven influencer de 23 años que se ha ganado un lugar en el mundo digital gracias a su contenido sobre moda, belleza y estilo de vida. Su personalidad carismática y su fuerte conexión con sus raíces gitanas le ha valido el apodo de «la Kardashian gitana» o «gipsy girl», mostrando un orgullo evidente por su cultura y su estilo de vida.
Originaria de Madrid, Lola comenzó su relación con el cantante Omar Montes hace más de seis años. A pesar de la diferencia de edad entre ambos (casi 10 años), la pareja ha mantenido una relación sólida y discreta. La pareja reside actualmente en un chalet de lujo en Boadilla del Monte, a las afueras de Madrid, valorado en más de un millón de euros, donde comienzan esta nueva etapa familiar
La alegría de Ilia Topuria
Para sorpresa de muchos, la noticia de la llegada del bebé fue difundida por primera vez por Ilia Topuria, amigo cercano de la pareja y campeón de la UFC, quien compartió una emotiva imagen desde el hospital con el mensaje: «Felicidades, familia. Os quiero». Poco después, Omar Montes publicó en sus redes sociales una fotografía junto a su hijo, confirmando la feliz noticia.
Montes y Topuria representan una de las amistades más mediáticas del panorama español. En 2023, Omar Montes lanzó la canción «Yo lo soñé», dedicada a Ilia Topuria. El videoclip de la canción fue grabado en un ambiente que simulaba un ring de lucha, con la participación de ambos, un detalle que claramente reflejaba la admiración y respeto que Montes siente por el luchador.
