Publicado: noviembre 18, 2025, 10:23 am
La Armada Española atraviesa un proceso de modernización bastante importante. El objetivo es situarse a la altura de los posibles retos de próximas décadas, bajo el marco estratégico conocido como Armada 2050, que está impulsando numerosos programas. En este contexto, se están renovando flotas, mejorando las capacidades tecnológicas y reforzando la seguridad nacional.
Uno de los proyectos más ambiciosos y simbólicos de Armada 2050 es el de los submarinos de la serie S-80, una nueva generación de unidades concebidas para operar con mayor autonomía, sigilo y capacidad ofensiva frente a las amenazas. El S-82 Narciso Monturiol es el segundo submarino de esta clase y, si bien esta realizando sus primeras maniobras, la entrega está prevista para 2026.
Todo sobre el Submarino S-82 Narciso Monturiol
Con espacio para 32 tripulantes y ocho personas adicionales de apoyo, el Monturiol está diseñado para realizar misiones muy complejas, tanto en operaciones de vigilancia como en tareas de disuasión. Además, es capaz de superar los 19 nudos de velocidad, lo que equivale a algo más de 35 km/h bajo el agua, que es notable para una nave de sus dimensiones.
El desarrollo del S-82 comenzó en 2013, pero ahora, debido al clima de inestabilidad internacional y al incremento de tensiones globales, la prisa es máxima. La industria española ha desempeñado un papel fundamental en su evolución, especialmente Navantia, la empresa encargada de su construcción.
Una de las principales innovaciones del Monturiol es su sistema de propulsión independiente del aire (AIP), basado en la producción de hidrógeno a bordo. Este hidrógeno, al combinarse con oxígeno, produce electricidad y permite que el submarino permanezca sumergido hasta tres semanas sin necesidad de emerger, lo que reduce drásticamente la posibilidad de ser detectado por fuerzas enemigas.
Armamento y capacidades del S-82 Narciso Monturiol
En términos físicos, el S-82 cuenta con 80 metros de longitud, 7 metros de ancho y capacidad para desplazar alrededor de 3.000 toneladas. Pero más allá de su tamaño, lo que realmente lo convierte en una pieza estratégica es su armamento. El Monturiol está preparado para portar misiles tácticos de ataque a tierra, misiles Sub-Harpoon, torpedos DM2A4 y la posibilidad de integrar otros sistemas. También está equipado con sensores para operaciones antisubmarinas y antisuperficie.
Otra característica destacada del S-82 es su capacidad para operar a más de 300 metros de profundidad y su silencio operativo. Al no depender de motores con partes móviles para generar electricidad, reduce al mínimo las vibraciones y el ruido para pasar desapercibido en aguas hostiles. Así se posiciona como una de las plataformas de sigilo más avanzadas de Europa.
Una nave sostenible
La seguridad también ha sido una prioridad en su diseño. El submarino no almacena hidrógeno libre, lo que disminuye los riesgos asociados a este tipo de tecnología. Además, su sistema energético emplea bioetanol, un combustible que contribuye a reducir emisiones.
