Publicado: julio 31, 2025, 5:23 am
Un terremoto de magnitud 8,8 ha tenido lugar este miércoles frente a las costas del sur de la penÃnsula rusa de Kamchatka. Según las autoridades rusas, el agua ha alcanzado e inundado la costa de una de las islas Kuriles del norte, Paramushir, sin causar vÃctimas. Se han detectado olas de hasta cuatro metros de altura.
El sismo desató alertas de tsunami en varios paÃses, entre ellos Japón, China, los territorios estadounidenses de Hawái y Alaska, Perú, México, Chile, Ecuador y Canadá. Son todo naciones bañadas por el océano PacÃfico, la zona con mayor actividad volcánica del mundo, y se encuentran en lo que se llama el Cinturón o Anillo de fuego del PacÃfico.
Cuatro placas litosféricas que chocan
Se trata de una franja de 40.000 kilómetros que bordea el Océano PacÃfico. En este lugar convergen cuatro placas litosféricas: la del PacÃfico, la Norteamericana, la filipina y la euroasiática. Estas placas llegan a crear fallas que, según su tamaño, aumentan o no las posibilidades de que se produzcan terremotos.
Los cientÃficos y sismólogos llevan años investigando esta zona por su alta actividad sÃsmica y volcánica y cuya forma de herradura, va desde Chile hasta Nueva Zelanda, incluyendo todas las islas del océano. El 75% de los volcanes del mundo están ubicados sobre esta franja y aquà se produce el 90% de los terremotos de todo el planeta, y la mayorÃa de los más desastrosos.
Los paÃses que han activado sus alertas de tsunami sienten cada año el choque de las placas tectónicas sobre las que se asientan, que están en permanente fricción y terminan por liberar su tensión. Los bordes de cada placa están chocando con las vecinas, generando una acumulación de tensiones que, al liberarse de manera repentina, originan terremotos.
En el caso de México, Chile y Japón, una placa se mete por debajo de otra y, al hacerlo, se atascan. Cuando se desatascan de golpe, se genera el seÃsmo. El paÃs asiático es un escenario ideal para la generación de un sismo épico, de una capacidad destructiva difÃcil de imaginar, por las fallas tectónicas que lo atraviesan.
Esperando el ‘Big One’ en Japón
Un terremoto de una magnitud de entre 7 y 7,9 es capaz de causar «daños graves», según la Universidad Tecnológica de Michigan. Pero, ¿y si alcanza los 8 o 9 grados? El ‘Big One’ es un posible megaterremoto de una magnitud de 9 o, incluso, superior. No tiene una fecha ni ubicación exactas, pero se espera que ocurra en Japón, un paÃs propenso a desarrollar este tipo de desastres naturales.
El Gobierno japonés cree que, de producirse, ese megaterremoto tendrÃa lugar en la fosa de Nankai (al sur de la isla de HonshÅ«, en Japón), y con olas de hasta 30 metros de altura, cuenta Meteored. En 2011, tuvo lugar el terremoto de Tohoku, que llegó a una magnitud de 9,1, y que ya causó olas de casi 40 metros.
Los expertos estiman que hay un 82% de probabilidades de que un megaterremoto ocurra en Japón en los próximos 30 años. Un sismo de 8 o 9 grados podrÃa causar la muerte de más de 300.000 personas y la destrucción de miles de localidades del sur del paÃs asiático.
Un ‘Big One’ cada 150 años
Sin embargo, el término ‘Big One’ nació en Estados Unidos, usado para referirse a un posible megaterremoto en la falla de San Andrés, California. Este hipotético seÃsmo devastarÃa el oeste de América del Norte, con una magnitud cercana a 8.
En abril de 1906, se produjo un terremoto en San Francisco que se cobró la vida de 3.000 personas. Fue uno de los más devastadores desde que hay registros en esa zona y se estimó que la magnitud fue de 7,9. Años después y con registros más precisos, se produjeron los terremotos de Kern, en 1952 en California, con una magnitud de 7,5; y el de Landers, en 1992, también en California, con una magnitud de 7,3.
Sólo hace unos dÃas, el pasado 17 de julio, se detectó un sismo de magnitud 7,3 en la costa de Alaska (EEUU). Tuvo lugar a unos 80 kilómetros al sur de Sand Point, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
El devastador ‘Big One’ se repite cada 150 años. El último tuvo lugar hace más de un siglo, por lo que podrÃa repetirse en cualquier momento. Además, hace más de dos décadas se lanzó una alerta que calculaba que el terremoto sucederÃa en torno a 25 o 30 años, por lo que no deberÃa quedar mucho tiempo.