Arranca la cumbre de la OTAN que pactará un alza del gasto defensivo al 5%, 'a la carta' y sin trato preferencial pese al anuncio de Sánchez - Estados Unidos (ES)
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Arranca la cumbre de la OTAN que pactará un alza del gasto defensivo al 5%, 'a la carta' y sin trato preferencial pese al anuncio de Sánchez

Publicado: junio 24, 2025, 6:23 am

La cumbre de la OTAN de este martes y miércoles en La Haya tendrá que ser la de los consensos complicados: el objetivo es llegar al 5% de inversión del PIB en defensa, pero va quedando claro que no todos pueden o quieren alcanzarlo y, sobre todo, que la clave está en cómo se llega a él. El secretario general de la Alianza Atlántica, Mark Rutte, ha planteado que de ese total, un 3,5% sea de gasto militar puro y un 1,5% tenga que ver con las infraestructuras o la ciberseguridad. Así, hay que contar también con la particularidad española, a través de la cual Sánchez considera que ha pactado con Rutte que España se pueda quedar fuera de ese objetivo. En realidad, lo que gana es tiempo a la vista de que el pacto ‘dibujado’ de cara al encuentro habla de que todos los aliados tienen que ir hacia la nueva meta, porque Rutte matizó ayer que España también está obligada a llegar a ese 3,5%.

¿Es España el único díscolo? No, la meta de la reunión es que el lenguaje de las conclusiones y del acuerdo para llegar al 5% en 2035 (que es el que se prevé) sea lo suficientemente neutro para, por un lado, no enfadar a Estados Unidos -Trump es quien empuja para llevar a los aliados al 5%- y por otro que cada país alcance sus metas en función de las capacidades que vaya teniendo con el paso del tiempo.

Fuentes diplomáticas inciden en que España no habla de porcentajes y que el acuerdo en el marco de la OTAN tendrá que ser cada país el que tenga su propia flexibilidad en el camino de aportar a la Alianza las capacidades que pueda. El Gobierno sitúa esa aportación en un 2,1% y asume que ese dato ser irá revisando, y en 2029 (cuando se vuelven a mirar los llamados objetivos de capacidad) se decidirá si la cifra tiene que aumentar o no. La OTAN cree que será necesario un 3,5%, según Rutte. Asimismo, Moncloa defiende que el matiz español sirve positivamente también al resto de aliados para que elijan su propia hoja de ruta. De hecho, las fuentes hablan directamente de ambigüedad constructiva. Mientras, EEUU repite que «todos los países» de la organización tendrán que llegar al 5%.

El Ejecutivo de Sánchez, en ese escenario, quiere que las inversiones se adapten a lo que pueda dar cada capital, y que el objetivo no sea algo estanco. En una comparecencia desde Moncloa este domingo, el presidente explicó el acuerdo con la OTAN, «muy positivo», dijo, que servirá para «consolidar el apoyo a la Alianza» sin necesidad de llegar al 5%. El presidente del Gobierno habló de la inestabilidad global, no solo respecto a Rusia sino también en Oriente Medio y también el Sahel. «Europa y España ante esta situación deben adaptarse», avisó, y reconoció que el país tiene que «modernizar sus capacidades» pensando sobre todo «en el flanco sur», sobre el cuál también se prevé que haya un capítulo en las conclusiones.

En general, todos aspiran, según fuentes aliadas consultadas por 20minutos, a que el lenguaje del documento final sea lo suficientemente ambiguo para que incluya las sensibilidades de todos los aliados: la firmeza de Trump en el 5%, las reticencias de España y las dudas sobre esa meta que tienen otros países como Bélgica o Italia. La realidad es que esos matices tienen que ver más con el tiempo para llegar al 5% que con la posibilidad de salirse de ese camino. Es decir, se dará «flexibilidad», pero en 2035 los países tendrán que estar en la nueva cifra, igual que en 2014 se puso como fin máximo un 2% que ahora se queda corto y al que España precisamente llegará este mismo año tras el plan de defensa aprobado hace unos meses por el Ejecutivo.

La tesis española es clara desde hace semanas: no va a aumentar la inversión en defensa porque un 5% de gasto sería, sostuvo, «desproporcionado e innecesario» y reclamó que lo importante es identificar los riesgos para después hablar de las capacidades y asignar «a cada aliado el deber de desarrollar una parte proporcional de esas capacidades». La última actualización, sostuvo el jefe del Ejecutivo, «se aprobó a principios de este mes». En referencia a esos capability targets, Sánchez expuso que entonces las inversiones «serán distintas en cada país» y es algo normal, añadió, «dadas las capacidades de cada aliado».

En la rueda de prensa de inicio de la cumbre, Mark Rutte sostuvo que no hay un tratamiento especial a ningún aliado en el marco del aumento de gasto en defensa y que por tanto España no va a recibir esa ‘preferencia’ ante el aumento del objetivo al 5%, algo aceptado por «todos los aliados». Así lo ha expresado Mark Rutte en la rueda de prensa previa al inicio de la cumbre de La Haya. El neerlandés ha insistido en que la meta tiene que ser llegar al 5% en 2035, con una hoja de ruta específica para cada país.

En este sentido, cree que España tendrá que llegar al 3,5% de inversión, y no servirá con el 2,1% que defendió este domingo Pedro Sánchez para celebrar un acuerdo con la Alianza que, dijo, permite que España no alcance el 5%. Ese 2,1%, la cifra referida a los planes defensa u objetivos de capacidad (capability targets, en inglés) de cada aliado, se revisará en 2029, incidió el secretario general antes de repetir que «todos los aliados» se comprometen con la nueva hoja de ruta porque «no hay opción» de que uno se quede fuera. «La OTAN no entiende de pactos paralelos», sentenció.

La inversión en defensa será el elefante en la habitación de la cumbre, pero los líderes quieren dejar espacio también para poder tratar la situación de Ucrania y sobre todo para ver cómo se puede seguir manteniendo el apoyo a Kiev ante la invasión rusa, quizá con reticencias que lleguen, sin demasiada sorpresa, desde Estados Unidos. La prioridad para Trump ya no parece estar tanto en Rusia como en, por un lado, que los europeos gasten más en defensa y, por otro, en lo que está sucediendo en Oriente Medio. La situación en Irán tendrá hueco en la conversación entre los líderes, pero todavía no se sabe a qué nivel dado lo apretado de la agenda.

La OTAN quiere prepararse para un mundo que es, desde 2022 especialmente, cada vez más imprevisible, pero la cita en La Haya llega en un momento en el que los 32 aliados tienen planteamientos diferentes sobre cómo llegar a los nuevos objetivos. Una defensa «a la carta» para que nadie se enfade, España tenga algo a lo que agarrarse y el resto puedan también ver en los matices una oportunidad de no cumplir a largo plazo con lo que ahora parecía que se iba a exigir sin opción de echarse atrás.

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