Publicado: septiembre 22, 2025, 12:22 pm
Hace unas semanas, Anabel Pantoja dejó su casa de Gran Canaria para embarcarse en un nuevo reto profesional, Bailando con las estrellas, en el que la influencer se muestra cada vez más como pez en el agua, a juzgar por la sensual coreografía que protagonizó junto a su bailarín, Álvaro, en la segunda noche del concurso de Telecinco.
«Te juro que cada día él me ayuda a creérmelo más», comentaba la sobrina de Isabel Pantoja, en referencia al apasionado beso que se dio con Álvaro, con Whitney Houston de fondo. No obstante, y pese a su buena sintonía, parece que no todo es de color de rosa en su vida. Y es que, entre horas de entrenamientos y sesiones de grabación, la andaluza no puede estar tan pegada a su hija Alma como le gustaría.
A través de sus historias de Instagram, Anabel se ha sincerado sobre lo complicado que le resulta tener que separarse de la pequeña, nacida el pasado noviembre de 2024, durante varios días seguidos. Incluso, aunque este distanciamiento forzoso responda a razones de trabajo y que, de un modo u otro, su traslado a la capital sea temporal.
Con el rostro contraído e intentando contener las lágrimas, la influencer se ha dejado ver este domingo ante sus más de 2,1 millones de seguidores en Instagram para reflejar su estado anímico actual, marcado por la aflicción y la desolación. «Lloradita con nudo en la garganta porque pensaba que lo llevaría genial, pero no», confiesa.
La andaluza señala entonces que su hija Alma, a la que representa con un emoji de una sirena, pasará los próximos cuatro días en Córdoba junto a su padre, David Rodríguez, y que, por tanto, se verá resignada a tener que convivir «sin su olor, sin sus llantos ni sus risas» y, en general, sin la compañía de la pequeña.
Así, a su regreso al ‘pisito’ en el que reside temporalmente mientras continúa inmersa en las grabaciones en directo del concurso, Anabel no puede evitar derrumbarse ante el «silencio» y la ausencia que se respira en la casa. «Es acojonante cómo se echa de menos», apunta.