Publicado: diciembre 18, 2025, 9:39 am
Si ya de por sí no estaba siendo un año sencillo para la familia real británica, la actualidad no cesa en su empeño de dejarle claro a La Firma que 2026 ha de ser diferente. Porque incluso los más alejados en el árbol genealógico saltan a los titulares por las peores razones posibles. El último, Charles James Spencer-Churchill, duque de Marlborough, primo de Lady Di y descendiente del que fuera primer ministro Winston Churchill, que ha sido acusado formalmente de un triple estrangulamiento, tal y como ha informado la policía de Thames Valley.
Según han dado a conocer los agentes, el aristócrata, que tiene 70 años y que fue detenido el pasado 13 de mayo de 2024, tendrá que responder ante la justicia del Tribunal de Magistrados de Oxford este mismo jueves 18 de diciembre, cuando está citado a comparecer para declarar por tres cargos de estrangulamiento. Todos ellos, además, los habría perpetrado de manera intencional y contra la misma persona en la localidad de Woodstock, en el condado de Oxfordshire, entre noviembre de 2022 y el mismo mayo de su detención.
Por el momento, y debido a que tanto la investigación como el proceso no han concluido y siguen en curso por parte de la Policía de Thames Valley, la presunta víctima no ha sido identificada y se ha preferido no revelar más detalles sobre las circunstancias que rodean los presuntos delitos, a fin de que la prensa no interfiera o pueda poner en riesgo el anonimato de la presunta víctima, ya que se trata de una noticia que ha causado un importante impacto en la sociedad del país.
Y es que se trata de un apellido, Spencer-Churchill, vinculado no solo, como hoy en día, a la aristocracia británica, sino también, históricamente, a Buckingham Palace y a la vida política de la nación, por lo que tanto la policía como la justicia están intentando realizar su labor con la mayor de las discreciones. Porque el primo lejano de la princesa Diana de Gales, quien se ha casado en dos ocasiones y tiene tres hijos, es el duodécimo duque de Marlborough, un título que heredó en 2014 tras el fallecimiento de su padre, John Spencer-Churchill, a los 88 años.
Antes de la muerte de su progenitor y previamente a asumir el ducado, era conocido bajo el nombre de Jamie Blandford, dado que ese era el título que ostentaba, el de marqués de Blandford. Precisamente así era, de hecho, como se convirtió en una figura polémica, siendo el protagonista de diversas noticias sobre la aristocracia durante décadas que solían sentar bien al resto de parientes de Lady Di ni descendientes de Churchill. «Es sabido que en todas las familias hay ovejas negras. Nada de esto es nuevo», llegó a decir su propio padre de él.
La razón no era otra que el curioso pasado delictivo del ahora duque de Marlborough, porque, ya en los años 90, Jamie Blandford llegó a ser condenado por falsificar recetas médicas, lo que incluso supuso que pasase una temporada, aunque breve, entre rejas. Sus controversias se agravaron en 2007, cuando volvió a ser sentenciado a varios meses de prisión y a la retirada de su carné de conducir por conducción temeraria. Intentó, eso sí, resarcirse poco a poco y limpiar su imagen, siendo elegido como concejal en el Ayuntamiento de Woodstock, lo que consiguió en 2021, si bien la nueva acusación a buen seguro tendrá consecuencias en su carrera política.
El Palacio de Blenheim
Por otro lado, si por algo es conocido el apellido Spencer-Churchill en la actualidad es porque está ligado a un lugar de suma importancia histórica, el Palacio de Blenheim, la residencia de la familia, un lugar tan emblemático que llegó a ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco durante la administración de su padre, quien, de hecho, recurrió a los tribunales en 1994 para impedir que su hijo heredara la enorme propiedad.
Se trata de una finca barroca con más de 300 años de antigüedad, dado que fue un regalo que la reina Ana le hizo a John Churchill, el primer duque de Marlborough, en 1704, como recompensa por su victoria en la Guerra de Sucesión Española. Situada en la citada Woodstock, supera en tamaño a otras construcciones quizá más conocidas como Buckingham Palace o el Castillo de Windsor, dado que tiene 187 habitaciones y alrededor de 18.600 metros cuadrados.
Pero el padre de Charles James Spencer-Churchill consiguió su objetivo y hoy por hoy su hijo no es el propietario del Palacio de Blenheim, sino que pertenece y a la Blenheim Palace Heritage Foundation, una entidad independiente que también lleva su gestión. De hecho, la propia fundación, a través de su portavocía, ha declarado tras la acusación formal contra el duque que si bien «están al tanto de los procedimientos legales», como institución no pueden «hacer comentarios sobre los cargos que se relacionan con la conducta personal y la vida privada del duque». Eso sí, recuerdan que «la fundación ni es propiedad ni está gestionada por el duque de Marlborough, sino por entidades independientes dirigidas por juntas directivas».
No hay que olvidar que el palacio de Blenheim sigue teniendo relevancia en la vida política del país. Sin ir más lejos, fue el lugar elegido en julio de 2024 por el rey Carlos III de Inglaterra para la recepción de más de 40 líderes europeos a la que asistió, por ejemplo, Volodímir Zelenski, Pedro Sánchez o Emmanuel Macron. Asimismo, fue el lugar elegido para la estatua de bronce de Winston Churchill pintando, una de sus aficiones, con motivo del 150º aniversario de su nacimiento.
