Publicado: diciembre 21, 2025, 7:23 am
El voluntariado corporativo ha dejado de ser una acción puntual asociada a la responsabilidad social para convertirse en una herramienta estratégica con capacidad real de transformación. Cada vez más empresas entienden que implicar a sus empleados en proyectos sociales no solo genera un impacto positivo en las comunidades, sino que también refuerza la cultura interna, el compromiso y el sentido de propósito. En ese proceso de madurez, Volies se ha consolidado como un actor clave en el acompañamiento a organizaciones que apuestan por integrar el voluntariado de forma estructurada y alineada con su estrategia. Desde su nacimiento en 2013, Volies –antes Voluntariado y Estrategia– ha trabajado para profesionalizar el voluntariado corporativo en España y extenderlo a otros mercados de Europa y América Latina. Su papel va mucho más allá de la organización de acciones solidarias: actúa como puente entre empresas y entidades sociales, diseña programas a medio y largo plazo y ayuda a medir su impacto social, ambiental y también interno. «Conectar a las personas de las empresas con las verdaderas necesidades sociales es lo que convierte el voluntariado en un verdadero motor de cambio», explica Juan Ángel Poyatos, fundador y CEO de Volies. La experiencia acumulada durante más de una década ha permitido constatar una evolución clara. Si en los primeros años predominaban iniciativas aisladas, hoy las compañías demandan estrategias de voluntariado integradas en sus políticas de sostenibilidad y alineadas con criterios ESG . «Cuando el voluntariado se plantea de forma estratégica, transforma a las comunidades, pero también a quienes participan y a la propia empresa», señala Poyatos. En este camino, Volies ha acompañado a más de 90 compañías en más de 40 países, colaborando con cientos de entidades sociales y movilizando a miles de voluntarios. Este enfoque se refleja en grandes corporaciones que han contado con el acompañamiento de Volies para consolidar sus programas. Iberdrola es uno de los ejemplos más destacados. Su Programa Internacional de Voluntariado Corporativo , creado en 2006, canaliza el espíritu solidario de los empleados y promueve su participación en proyectos sociales alineados con los valores del grupo y su política de desarrollo sostenible. El objetivo es claro: convertir a los profesionales en agentes del cambio, acercándolos a las realidades de los colectivos más vulnerables. El programa de Iberdrola, empresa que ha contado con el asesoramiento de Volies, tiene un alcance global y abarca iniciativas nacionales e internacionales centradas en la inclusión social, la protección del medioambiente y la lucha contra el cambio climático, el acceso a la energía y la atención ante crisis humanitarias. En 2025, cerca de 23.000 empleados han participado como voluntarios, formando una comunidad global que crece cada año. Desde su creación, se han desarrollado más de 9.500 acciones en colaboración con más de 2.600 asociaciones, beneficiando directamente a más de 14 millones de personas en todo el mundo. Este compromiso ha sido reconocido por Naciones Unidas, que incluyó el programa en su informe Transforming Lives and Communities, y con el Innovation Award otorgado en la sede de la ONU en Nueva York. También Telefónica, a través de su fundación, ha contado con el asesoramiento de Volies en el desarrollo de iniciativas de voluntariado corporativo. En su caso, la acción voluntaria se articula en torno a la educación digital, la innovación social y la reducción de brechas tecnológicas , ámbitos estrechamente ligados al negocio de la compañía. El acompañamiento especializado ha permitido canalizar el conocimiento y las competencias profesionales de los empleados hacia proyectos con impacto social sostenible, reforzando al mismo tiempo el compromiso interno y la identidad corporativa. BBVA ha desarrollado un modelo propio situando la educación financiera y la inclusión económica en el centro de su acción voluntaria, impulsando programas basados en el conocimiento profesional de sus equipos. A través del acompañamiento a colectivos vulnerables, emprendedores y jóvenes, BBVA apuesta por un voluntariado altamente especializado, que demuestra que el impacto social también puede generarse desde el núcleo del negocio cuando existe una clara alineación entre propósito, talento y compromiso. La experiencia de estas compañías confirma una tendencia clara: el voluntariado corporativo es más eficaz cuando existe una estrategia definida, un diseño profesional y una medición rigurosa del impacto. En ese contexto, organizaciones como Volies desempeñan un papel fundamental para ayudar a las empresas a pasar de la intención a la acción transformadora. Como resume Juan Ángel Poyatos, «el voluntariado corporativo es una oportunidad única para que las empresas lideren el cambio desde dentro, poniendo a las personas en el centro y generando valor compartido para la sociedad».
