Publicado: diciembre 12, 2025, 12:38 pm
España envejece, pero los mayores comienzan a trabajar más. Esa es la principal conclusión que arroja la quinta edición ‘Mapa del Talento Sénior, elaborado por Fundación MAPFRE y el Centro de Investigación Ageingnomics’, presentado este viernes en Madrid en una jornada que reunió a representantes del Gobierno central, autonomías y ayuntamientos. El informe, dirigido por los investigadores Rafael Puyol, Alfonso Jiménez e Iñaki Ortega, analiza la transformación del mercado laboral español: en apenas cinco años, la población activa mayor de 55 años ha aumentado en más de un millón de personas y ya representa el 20,5% de toda la fuerza laboral, frente al 17% en 2019. Son cifras que, según los autores, «progresan adecuadamente, pero necesitan mejorar».
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, lo explicó durante la presentación del acto: «Aprovechar el talento de todos es imprescindible para seguir a la cabeza del crecimiento de la OCDE». Saiz reivindicó la diversidad generacional como un valor económico, recordando que la intergeneracionalidad mejoran «tanto la innovación como la productividad«. También subrayó la urgencia de combatir el edadismo en las empresas y en la sociedad: «Somos un equipo y cabemos todos», afirmó.
La lectura general del informe muestra que España no solo envejece, sino que lo hace trabajando. Las tasas de actividad sénior han crecido en todas las cohortes —de 55 a 59 años, de 60 a 64 y hasta de 65 a 69— y, por primera vez, superan el 50%: del 46,7% en 2019 han pasado al 52,45% en 2024. Además, este aumento se ha producido con más intensidad entre las mujeres, que reducen la brecha con los hombres, aunque continúa habiendo menos mujeres activas que hombres pese a ser mayoría poblacional.
Crecen los autónomos sénior
En comparación con los jóvenes, el mapa dibuja un panorama que evidencia el envejecimiento poblacional. En 2024, España tiene 867.000 séniors activos más que jóvenes, una brecha que se ha multiplicado por cuatro desde 2019, cuando era de 189.700. Otro dato significativo es el incremento del empleo: el número de trabajadores sénior ha crecido de 3,48 millones a 4,52 millones, confirmando la prolongación de la vida laboral.
El informe atribuye parte del auge al efecto de las medidas de incentivo aprobadas en los últimos años. Las jubilaciones demoradas han pasado del 4,8% en 2019 al 11,1% en 2024, más del doble, una evolución que la ministra Saiz celebró como señal de que la población empieza a valorar positivamente trabajar más allá de la edad legal.
También ha crecido notablemente el número de autónomos sénior, que ya superan el millón: 1,029 millones frente a los 882.000 de hace cinco años. Son prácticamente cinco veces más que los autónomos jóvenes y representan el 31% del total del colectivo. No obstante, el informe matiza que una gran mayoría —678.000— son autoempleados sin trabajadores a cargo, lo que limita su impacto en el emprendimiento y en la creación de empresas de mayor escala de trabajadores.
El presidente de Fundación MAPFRE, Antonio Huertas, contextualizó los datos en el marco demográfico español. Recordó que España vive un «crecimiento vegetativo negativo» y una natalidad «de apenas 1,2 hijos por familia», lo que obliga a mirar el futuro laboral desde un marco distinto. “La mitad de los empleos de nueva creación los están ocupando inmigrantes. Necesitamos una migración ordenada, por los canales adecuados», defendió Huertas, quien insistió en que el talento sénior será fundamental en la transición hacia «una nueva sociedad».
No obstante, el informe no solo recoge avances; también señala importantes déficits en comparación con Europa. Aunque España reduce la brecha de actividad —en 2023 alcanzó una tasa del 51,6%, por encima de Francia (45,3%) e Italia (46,9%)— sigue muy lejos de los países líderes en integración laboral sénior, como Suecia (66,6%) o Alemania (61,2%).
Aun más preocupante es la situación del desempleo: España tiene el paro sénior más alto de su entorno, con 513.900 desempleados en 2024, frente a los 471.700 de 2019. La tasa sube del 14,7% al 18,7%, a pesar del fuerte incremento de la actividad. Los autores alertan de que se trata de uno de los principales retos de la próxima década, ya que muchos trabajadores mayores tienen más dificultades para reengancharse tras una pérdida de empleo.
Coordinación entre todos los agentes sociales
La presentación del informe estuvo acompañada por una mesa de diálogo institucional en la que participaron representantes de todos los niveles de la administración. Intervinieron Luis Carlos Cueto, asesor del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico; Mikel Torres, vicelehendakari del Gobierno Vasco; Carlos Velázquez, alcalde de Toledo y Cristina Ayala, alcaldesa de Burgos. Todos ellos explicaron las medidas que sus administraciones están adoptando para combatir el edadismo, impulsar el reciclaje profesional y fomentar la participación de los mayores en el mercado laboral.
De cara al futuro, el ‘Mapa del Talento sénior’ proyecta que la tendencia continuará hasta 2029. En los próximos cinco años, estiman que la población española en este rango de edad crecerá en 1,18 millones de personas, hasta los 10,78 millones, mientras que los activos lo harán en 1,39 millones adicionales. Sin embargo, los autores advierten que las políticas públicas actuales no bastarán para cerrar la brecha laboral con Europa, y reclaman una estrategia coordinada y transversal que permita aprovechar plenamente la experiencia de una sociedad que envejece a velocidad de crucero.
