Publicado: diciembre 12, 2025, 6:23 pm
Si nos ponemos a mirar las cifras de ventas puras y duras, es evidente que el Apple Watch sigue siendo el rey del mercado. Da igual a dónde mires, parece que todo el mundo lleva uno en la muñeca, al menos todo el que tiene un iPhone. Sin embargo, hay un terreno donde los de Cupertino, por mucho que lo intentan con sus modelos Ultra, no terminan de tener el mismo predicamento que tiene Garmin: el deporte de verdad.
Entre los corredores, ciclistas y triatletas, Garmin sigue teniendo ese aura de fiabilidad y precisión que cuesta mucho derribar. Ambas marcas lo saben perfectamente y llevan años mirándose de reojo, intentando robarse usuarios. Y es precisamente en medio de esa guerra fría tecnológica donde nacen dispositivos como los Garmin Venu, una familia que busca ser el eslabón perdido entre el reloj inteligente bonito para el día a día y la herramienta de entrenamiento seria.
El Garmin Venu 3 es la culminación de esa filosofía híbrida, un dispositivo que mezcla el concepto deportivo con el de ‘smartwatch’ sin que parezca un Frankenstein.
Es la respuesta para todos aquellos que quieren la precisión métrica de un Forerunner o un Fenix, pero que no quieren renunciar a pagar con la muñeca mediante NFC, recibir llamadas o ver una pantalla brillante y colorida.
Y lo mejor de todo es que, en el escenario actual, el Venu 3 se ha convertido en una opción atractiva por su precio. Estamos hablando de que se puede conseguir por unos 349 euros, una cifra que, sin ser calderilla, es muy competitiva si miramos lo que cuestan los topes de gama de la competencia.
Tuve la oportunidad de probar este reloj a fondo durante semanas y, sinceramente, la conclusión es clara: salvo por detalles muy puntuales, es uno de los mejores relojes deportivos en relación calidad-precio que puedes comprar ahora mismo.
Y digo esto siendo plenamente consciente de que el Garmin Venu 4 ya está en el mercado acaparando los focos de las novedades. A veces, la compra inteligente no es ir a por lo ultimísimo que acaba de salir del horno, sino apostar por el modelo que ha madurado, que sigue siendo una bestia tecnológica y que ahora tiene un precio mucho más racional.
El Venu 3 está en ese punto dulce donde obtienes el 95% de la experiencia premium sin pagar el sobrecoste de la novedad absoluta.
Lo primero que te entra por los ojos es su pantalla. Garmin ha montado un panel AMOLED que se ve de escándalo. Lo importante no es solo que sea bonita, sino que es funcional. La interfaz es fluida y táctil, aunque mantiene los botones físicos, algo que cualquier deportista agradece.
A nivel de funciones inteligentes, el Venu 3 cumple con nota en apartados donde los relojes deportivos tradicionales solían cojear. La inclusión de micrófono y altavoz integrados es un cambio de juego para muchos. Poder contestar una llamada rápida desde la muñeca mientras estás cocinando o conduciendo, o incluso invocar al asistente de voz de tu teléfono, son esas pequeñas comodidades que, una vez tienes, cuesta dejar de usar.
Por supuesto, incluye Garmin Pay para pagos contactless y la capacidad de almacenar música offline, para que puedas salir a correr dejando el móvil en casa y seguir escuchando tus listas de reproducción favoritas con unos auriculares Bluetooth.
Pero no nos engañemos, si te compras un Garmin es porque te importa lo que pasa cuando te subes las pulsaciones. En este sentido, el Venu 3 no decepciona. Incorpora el sensor óptico de frecuencia cardíaca Elevate Gen 5, que es tremendamente preciso incluso en cambios de ritmo bruscos.
El seguimiento del sueño ha dado un salto cualitativo con la función de «Sleep Coach», que no solo te dice cómo has dormido, sino que te aconseja cuánto deberías dormir la noche siguiente basándose en tu nivel de actividad y estrés.
También destaca la monitorización de la energía «Body Battery», que en este modelo es más detallada que nunca, ayudándote a entender cuándo debes apretar en el entrenamiento y cuándo es mejor quedarse en el sofá.
