Publicado: noviembre 20, 2025, 11:23 am
«Los europeos siempre hemos apoyado una paz duradera y justa, y acogemos con satisfacción cualquier esfuerzo para lograrla. Por supuesto, para que cualquier plan funcione, es necesario que los ucranianos y los europeos estén implicados«. Esa es la petición que ha vuelto a hacer la Alta Representante de la Unión Europea, Kaja Kallas, de cara a la paz en Ucrania que habría vuelto a negociar el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sin contar con el bloque comunitario y poniendo sobre la mesa la opción de que Kiev ceda territorio a Vladimir Putin y también reduzca el volumen de su Ejército. Ese ‘traspaso’ territorial no se contempla, en cambio, ni en Bruselas, ni en las capitales europeas ni, por supuesto, en el lado ucraniano.
Así ha hablado la jefa de la diplomacia europea en la cumbre de ministros de Exteriores de los 27, donde los socios han abordado de nuevo la opción de que se usen los activos congelados a Rusia para la reconstrucción de Ucrania. Este punto sigue a la espera, eso sí, de la propuesta legal que hará llegar la Comisión Europea a los líderes en la cumbre de este mes de diciembre.
«Si Rusia realmente quisiera la paz, ya habría aceptado un alto el fuego incondicional hace tiempo, mientras que esta noche volvemos a ver bombardeos contra civiles», añadió Kallas, en la misma línea que el resto de titulares de Exteriores, entre ellos el español José Manuel Albares, que ve la propuesta de Trump como una mera «presentación de ideas» y cree que la posición de los europeos tiene que tenerse en cuenta. «Cualquier propuesta de paz creíble, justa y duradera la UE la apoyará, pero eso tiene que empezar por un alto el fuego incondicional. De las ideas que he oído, nada de eso está encima de la mesa», añadió.
En Bruselas insisten en que hay «una víctima y un agresor», y señalan que es Putin quien no quiere poner fin al conflicto. «Es importante destacar que no se puede traer la paz a Ucrania sin los ucranianos y los europeos. Por eso apoyamos firmemente a nuestros amigos ucranianos«, sostuvo por su parte el ministro danés, Lars Lokke Rasmussen, que junto a sus colegas ve clave el hecho de que Ucrania pueda ser dueña de su propia seguridad cuando llegue la paz.
Con todo, Estados Unidos ha trasladado a Moscú un nuevo plan de paz de 28 puntos para encauzar la guerra en Ucrania, que contempla desde posibles concesiones territoriales hasta una reducción significativa del tamaño y las capacidades del Ejército ucraniano. El documento, del que han informado medios estadounidenses, se articula en cuatro grandes bloques: el fin del conflicto, las garantías de seguridad, la arquitectura de seguridad europea y el futuro de las relaciones entre Washington, Moscú y Kiev, pero de momento sin sentarse con estos últimos ni tampoco con presencia de la UE.
El enviado especial de Donald Trump, Steve Witkoff, ha sido el encargado de negociar el borrador con Kirill Dmitriev, uno de los asesores de confianza de Vladimir Putin. Tras un encuentro en Miami a finales de octubre, Dmitriev aseguró que, por primera vez en mucho tiempo, «la parte rusa está siendo escuchada». A la espera de la valoración del Gobierno ucraniano, algunos elementos del plan -especialmente los relativos a cesiones territoriales- amenazan con abrir nuevas tensiones, justo cuando Ucrania se enfrenta a un repunte de las ofensivas rusas en el frente oriental. De hecho, hace un mes en Bruselas precisamente el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ya avisó de que ceder territorio a Rusia no es una opción para su Gobierno.
Desde la Casa Blanca, en cambio, defienden su propuesta. «Poner fin a una guerra compleja y mortífera como la de Ucrania exige un amplio intercambio de ideas serias y realistas. Por ello, estamos elaborando y seguiremos elaborando una lista de posibles ideas para poner fin a esta guerra, a partir de las aportaciones de ambas partes del conflicto», comentó al respecto el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, que pide que ambos lados acepten «concesiones difíciles pero necesarias».
