Publicado: noviembre 19, 2025, 8:12 pm
La fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, y el director del FBI, Kash Patel, comparecieron este miércoles para hablar de un deportista. No fue, como hace unas semanas, por una investigación contra los crecientes casos de amaños en apuestas deportivas. Sino para reforzar su persecución de un atleta olímpico metido a capo del narco. Se trata de Ryan James Wedding, de 44 años, un snowboardista canadiense que compitió en los Juegos Olímpicos de Salt Lake City (Utah) en 2002. Wedding pasó de surfear montañas de nieve a traficar con montañas de otro polvo blanco: EE.UU. le acusa de haber introducido 60 toneladas métricas de droga -sobre todo, cocaína, pero también fentanilo- en EE.UU. y de liderar una organización criminal transnacional… Ver Más
