Publicado: noviembre 19, 2025, 1:23 pm
El concepto de la era de la defensa en la UE se ha repetido tanto que se ha convertido en manido a la espera de acciones, y en ellas está trabajando ya Bruselas, que ha presentado este miércoles su estrategia para la industria militar con una suerte de espacio Schengen bélico que permitiría la movilidad de tropas y armas en tiempo récord: lo que pone sobre la mesa la Comisión Europea es que los permisos para estos intercambios tarden tres días en tiempos de paz y en cuestión de horas si hay un ataque o una emergencia.
Ese es el buque insignia, nunca mejor dicho, de un paso importante para el rearme europeo. Tal es la relevancia que se le da que la iniciativa se ha presentado con cuatro comisarios explicando la misma, la vicepresidenta Hena Virkkunen, la Alta Representante, Kaja Kallas, y los comisarios de Defensa y de Transporte, Andrius Kubilus y Apostolos Tzitzikostas.
Bruselas ha explicado que esta hoja de ruta para la movilidad militar estaría inspirada en el Mecanismo Europeo de Protección Civil, que ya da cobertura en caso de emergencias y catástrofes. El plan, eso sí, tiene que ser aprobado por los Estados miembros y por el Parlamento Europeo antes de que se pueda poner en marcha y además incluye una idea de mejora de la infraestructura europea de uso dual, tanto civil como militar.
En total, Bruselas maneja unos 500 proyectos que tienen como objetivo mejorar esa movilidad militar con una inversión de 100.000 millones de euros, de tal manera que la asistencia mutua se convierta en algo que va más allá de los Tratados. Pero el uso es dual; esos progresos miran hacia los ejércitos, pero también los usos civiles. El Ejecutivo comunitario insiste, en este sentido, que no se trata de construir infraestructura nueva sino que lo más relevante pasa por mejorar la que ya existe. Es decir, hay infraestructura, pero falta que la coordinación entre los ejércitos y las industrias de cada país sea más efectiva. De hecho, introduce las primeras normas armonizadas a escala de la UE en materia de movilidad militar y establece normas y procedimientos claros para los movimientos militares transfronterizos, recalca la Comisión.
«La movilidad militar es el factor clave para la postura y las capacidades de defensa que Europa necesita urgentemente para disuadir de forma creíble a sus adversarios y responder a cualquier crisis«, reconoce la Comisión Europea en uno de los documentos. Y Bruselas avisa de que no hay tiempo que perder en la reacción porque «las situaciones que requieren de un importante despliegue militar rara vez se avisan con tiempo», con el ejemplo reciente de la invasión rusa de Ucrania.
El Ejecutivo comunitario reconoce asimismo que ahora mismo las carreteras, puentes, ferrocarriles y trámites burocráticos del bloque no están preparados para reaccionar con rapidez en caso de amenaza. El comunicado señala que algunos países exigen un preaviso de 45 días antes de permitir que el equipo militar atraviese su territorio. Esos plazos son los que se quieren acortar con esta estrategia, en coordinación con los planes que también pueda tener la OTAN.
Al mismo tiempo, habla de un llamado ‘pool’ a través del cual el resto de Estados miembros sepan que uno cuenta con una serie de capacidades para, llegado el caso, se puedan usar de manera común. Eso sí, se trata -de nuevo- de algo voluntario. Con estas propuestas se abre en realidad la veda de una solidaridad militar que se da por hecha pero que ahora se quiere estructurar mejor.
La conclusión es que Bruselas no ve la defensa como el mero hecho de comprar armamento y de que la UE aprenda el lenguaje del poder duro; la movilidad también es otra pata de la realidad bélica, así que la preparación de las carreteras, de los aeropuertos, de la industria o de las conexiones entre países forman parte de ese plan defensivo que se ha convertido en una de las grandes prioridades de la legislatura. ¿Es el asfaltado por ejemplo parte de esta hoja de ruta? Sí. Porque la Unión Europea tiene que ser ágil; la guerra no avisa. La meta es que ese ‘Schengen militar’ esté plenamente operativo a finales de 2027.
Ya el pasado mes de septiembre el Parlamento Europeo hizo sus propios cálculos: hacen falta entre 75.000 y 100.000 millones de euros hasta 2035 para mejorar el estado actual de las infraestructuras. El análisis de la Eurocámarra concluye que el valor añadido asociado a una mayor cantidad de fondos invertidos colectivamente genera beneficios casi tres veces superiores (21.000 millones de euros adicionales de PIB al año en 2035) que cuando los Estados miembros invierten por separado y de forma descoordinada.
Las logísticas ganan las guerras
«A medida que avanzamos en el paquete de movilidad militar de la UE, estamos sentando las bases para una Europa más segura y más interconectada, garantizando un movimiento rápido y fluido de tropas y equipos por todo el continente. Con las lecciones aprendidas en Ucrania, la hoja de ruta para la transformación de la industria europea de defensa acelerará la innovación y la colaboración, manteniendo a Europa a la vanguardia del avance tecnológico y la preparación estratégica«, ha explicado Virkkunen, que celebra esta propuesta como «histórica». En la misma línea que Kallas: «Europa se enfrenta a amenazas para la seguridad sin precedentes. La necesidad de mejorar la movilidad militar no podría ser más evidente».
La mirada para conseguir todo lo anterior se pone en la industria y ahí las prioridades son cuatro: apoyar la inversión en empresas de defensa, acelerar el desarrollo de nuevas tecnologías, ampliar el acceso a las capacidades de defensa y fomentar las competencias necesarias para mantener la ventaja tecnológica de Europa. «Las logísticas ganan las guerras», avisó Kubilius ya en la rueda de prensa. «La rapidez es un pilar importante para hablar de defensa», reiteró; «tenemos que hablar de días y de horas a la hora de tomar las decisiones, no de meses o años como hacemos ahora».
Tzitzikostas siguió en ese tono. «El momento de prepararse no es cuando algo pasa, sino antes», porque esa toma de decisiones es la que gana o no las guerras, aseguró. Por eso la infraestructura y la simplificación regulatoria son relevantes, según el comisario griego. Esto se hace, en ambos casos, en colaboración con la OTAN y tomando como referencia los despliegues de la misma. «La infraestructura es estrategia», sostuvo, e hizo hincapié en los futuros corredores militares que se darán en el futuro -previsiblemente en 2027- junto a los 500 proyectos que se ponen sobre la mesa para actuar sobre ellos. «En la mayoría de los casos estaremos mejorando algo que ya existe».
La invasión rusa de Ucrania «ha demostrado la rapidez con la que evolucionan las tecnologías de defensa», avisa la Comisión. «Innovaciones como la inteligencia artificial, los sistemas cuánticos, los drones y las tecnologías espaciales están transformando el campo de batalla. Los nuevos actores en el ámbito de la defensa, desde las empresas emergentes hasta las pymes innovadoras, están cambiando la forma en que Europa desarrolla y produce capacidades militares», terminan en Bruselas.
