Publicado: noviembre 12, 2025, 12:13 pm
El aumento de los casos de gripe aviar en Europa y, en España en particular, ha obligado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación a adoptar medidas drásticas para contener la propagación del virus. De entrada, el confinamiento de aves en casi 1.200 municipios del país ya representa un control importante, pero también se ha previsto el sacrificio preventivo de dos millones de gallinas ponedoras.
Según los datos del sistema informático europeo sobre enfermedades animales (ADIS), entre el 1 de julio y el 5 de noviembre se registraron 139 brotes en explotaciones avícolas de Europa, 14 de ellos en España. La situación ha llevado a las autoridades a identificar zonas de “riesgo” y “alto riesgo”, donde la presencia de aves migratorias es más intensa. Estas especies, que viajan desde regiones afectadas, suelen actuar como vectores naturales del virus.
La probabilidad de que se produzca una ‘crisis del huevo’
Las medidas adoptadas por el Ministerio buscan reducir cualquier posibilidad de contacto entre aves silvestres y de corral. Entre ellas se incluye la prohibición de criar aves de corral al aire libre, así como de utilizar pájaros de los órdenes anseriformes (patos, gansos) y charadriformes (gaviotas, chorlitos, etc.) como señuelo. También se ha prohibido la cría conjunta de patos o gansos con otras especies domésticas, dado que algunas de ellas son especialmente susceptibles al virus.
Aunque las medidas fueron diseñadas desde la precaución, el periodista Carlos Herrera, en su programa en COPE, abordó con ironía una preocupación real, y es nada más y nada menos, el efecto de la gripe aviar sobre los precios. Como explicó Herrera, la reducción del número de gallinas ponedoras implica una menor producción de huevos. «El huevo será más caro porque hay menos gallinas y el huevo se sigue consumiendo. Y de qué manera», señaló.
La gripe aviar en el mundo
Este fenómeno no es exclusivo de España. En Estados Unidos, por ejemplo, los brotes de gripe aviar ya habían provocado una escasez de huevos y un incremento de los precios en torno al 50 % en lo que va de año. A ello se suman los altos costes del pienso, de la energía y del transporte, lo que agrava aún más la situación de los productores.
Europa lleva años implementando protocolos para detectar rápidamente los brotes, aislarlos y evitar que se propaguen. La vacunación de las aves, una opción que hasta hace poco se consideraba secundaria, empieza a ganar terreno como herramienta complementaria de control. De hecho, algunos ensayos con vacunas intranasales han mostrado resultados prometedores frente a distintas cepas del virus.
