Publicado: noviembre 11, 2025, 12:44 pm
A pesar de tener solo 24 años, ya nadie duda de que Jannik Sinner es uno de los mejores tenistas de la historia. Al menos, ahí están los datos y récords que ha batido, empezando porque ha sido el jugador más joven de la era abierta en alcanzar la final de los cuatro Grand Slams en un mismo año, y porque ya atesora cuatro títulos de los mismos, aunque se le sigue resistiendo Roland Garros —tiene dos Abiertos de Australia, un Wimbledon y un US Open—. Su enfrentamiento, dentro de la pista, dado que fuera son amigos, con Carlos Alcaraz ya va camino de ser legendario y de emular a sus inmediatos predecesores en esas lides: Federer, Nadal, Murray y Djokovic.
Pero Jannik Sinner no es únicamente hablar de tenis, dado que más allá del mundo de la raqueta el actual número 2 del mundo en el ranking masculino individual de la ATP tiene muchas otras aficiones y ha dado algunos titulares bastante curiosos. Hoy por hoy está concentrado en su tierra, en Italia, debido a que está disputando la ATP Finals en Turín, de donde saldrá, enfrentándose los ocho mejores clasificados de este año, el mejor tenista de 2025 —aunque Novak Djokovic ha dejado su puesto Lorenzo Musetti—.
Pero no todo el mundo pensaba que era italiano. Y es que Sinner es originario de Innichen, en la provincia autónoma de Bolzano, lo que se conoce como Tirol del Sur. Situada en el Trentino-Alto Adigio, Innichen también tiene un nombre italiano, San Candido, si bien su dualidad se explica por la frontera que hace, en el noreste del país transalpino, con Austria. De ahí que el idioma natal de Sinner sea el que se habla en su región, el alemán, en el que ha llegado a dar ruedas de prensa, así como en los otros que domina, el italiano y el inglés.
Él, eso sí, se conoce orgulloso el Inno di Mameli porque se siente cien por cien italiano. «Estoy muy contento de haber nacido en Italia y no en Austria, o en ningún otro sitio, porque este país se merece mucho más, incluso más de lo que estoy haciendo. Tenemos instalaciones, jugadores, entrenadores y contamos con diversas mentalidades. Esas diferencias son nuestra fuerza. Competimos contra los mejores del mundo. Tenemos que mantenernos unidos y darnos apoyo para conseguir la mayor cantidad de trofeos posible. Italia se lo merece», llegó a decir, desatando una polémica en las zonas colindantes a su lugar de nacimiento, con el grupo tirolés Schützen saliendo al paso y afirmando que Sinner «es demasiado italiano».
Tanto, que no ha olvidado sus raíces: según se llegó a saber a principios de este año, Sinner fue todo un benefactor, pues, en un principio de forma anónima, saldó la deuda de para el comedor de los estudiantes del Instituto Comprensivo de San Candido, el pueblo donde nació. Si tuvo finalmente que dar a conocer que había sido él mediante una carta que envió a los alumnos y al personal escolar fue porque el noble gesto, que más tarde fue confirmado por la escuela, se pensó en un principio que era un error administrativo.
Y es que Sinner se mudó a la Riviera italiana a los 13 años, cuando decidió enfocarse exclusivamente en el tenis —y donde aprendería a usar mayormente el idioma de su país—. Allí se prepararía con el veterano entrenador Riccardo Piatti, pero lo cierto es que hasta entonces había otras aficiones que también le llamaban la atención. Y es que el tenista tiene claro que, de no haberse dedicado a la raqueta, su mundo seguiría ligado al deporte. Para empezar, es un enorme aficionado al esquí, que practica siempre que puede, así como al fútbol, siendo uno de los tifosi del AC Milan.
«Mi compañero de cuarto en Bordighera era un fan incondicional, así que a mí también me enganchó», reveló, así como que ha admirado a jugadores como Zlatan Ibrahimović, Leao o Giroud. Eso sí, si algo le hubiese llamado, como añaden desde Vanity Fair, es el mundo del motor. En concreto, por la Fórmula 1, de la que se ha declarado fanático en diversas ocasiones, puntualizando que su piloto favorito es Charles Leclerc, así como, si ha de escoger una escudería, también porque le tira la tierra, se quedaría con Ferrari.
Y hablando de coches: quien le tuvo que decir que no se iba a comprar los automóviles que quisiera por tener 18 años y mucho dinero fue su gran amigo, mentor y mánager Alex Vittur, de quien asegura que le hizo «abrir los ojos» sobre muchas cosas, así como le considera «fundamental» en su vida, «casi uno más» de su familia. «Confío totalmente en él. Es a quien siento más cercano, también porque tenemos las mismas características. Ahora sí, trabaja para mí, pero es que es mi mejor amigo. Se trata de un vínculo que no tengo con ninguna otra persona y que casi seguro que no voy a tener con nadie más en mi vida», ha llegado a declarar sobre él —y eso que Sinner ha tenido parejas famosas como la modelo Maria Braccini, la tenista Anna Kalinskaya o la actual, la influencer Laila Hasanovic—.
«Tal vez con 20 años habría tenido una mansión en lugar de un piso y habría ido a comer a restaurantes de lujo en vez de aprender a cocinar. Todo habrían sido excesos. Y mejor que no, porque tengo 24 años, estoy madurando y cometo mis errores, pero Alex es quien me ha ayudado a no cometer otros tantos. Muchos deportistas no tienen a alguien, no han tenido la suerte de encontrar a una persona de calidad como él», ha llegado a decir de Alex Vittur, a quien sería menester preguntarle también quién querría que le interpretase en un hipotético biopic del tenista.
Porque, cuando esa pregunta se la hicieron a Sinner, el tenista italiano respondió: «Diría que Will Smith». Quién sabe si lo hizo a modo de broma, dado el poco parecido entre ellos, o porque admira al intérprete, pero el ganador del Oscar recogió el testigo, afirmando en una story de Instagram que «estaba dentro» del proyecto, con un fotomontaje en el que parecía que él levantaba Wimbledon como vencedor. Además, ambos comparten una enorme afición por una comida en particular, que Sinner solo se permite muy de vez en cuando, pero que suele ocurrir si gana algún torneo: una buena hamburguesa con refresco de cola.
