Publicado: noviembre 11, 2025, 6:17 am
La próxima entrada en vigor de la Clave Única de Registro de Población (CURP) biométrica colocará a México ante una nueva etapa en materia de identidad digital. Para el sistema financiero, su implementación representará una capa adicional de seguridad en los procesos de verificación y autenticación de clientes, al incorporar datos biométricos como rostro, huellas dactilares y firma digital.
Fabián Fabela, director de marketing de la firma especialista en tecnología multibiométrica, Naat.Tech, explicó que la medida se inscribe en un proceso más amplio de modernización regulatoria que incluye reformas en prevención de lavado de dinero, trazabilidad electrónica y actualización de la Norma Oficial Mexicana (NOM)-151, norma que establece los requisitos para conservar documentos digitales con validez legal.
“Estas regulaciones lo que permiten es que lleguemos a un nivel global o internacional y podamos competir de tú a tú con todos los demás países que se encuentran adelantados en la materia. Lo vemos como algo positivo, siempre y cuando se haga con orden, seguridad y acompañamiento a las instituciones”, señaló el directivo.
De acuerdo con Fabela, la CURP biométrica transformará la forma en que las instituciones financieras validan la identidad de sus usuarios, además, explicó que la biometría de identidad se está consolidando como un componente esencial para que las instituciones financieras cumplan con las obligaciones de conocimiento del cliente (KYC) y de prevención de lavado de dinero.
En México, la CURP tradicional es hoy un identificador clave, pero con la CURP biométrica se asociarán elementos biométricos verificados como rostro, huella, lo que abre la puerta a que una institución financiera valide al cliente en línea recurriendo a esa información biométrica y agregando más capas de seguridad.
El directivo señaló que la integración de información biométrica a la CURP ofrecerá mayor certeza en la autenticación de identidades, pero también exigirá una infraestructura tecnológica robusta y coordinación interinstitucional. Fabela subraya que la clave estará en la forma de implementación.
“La tecnología ya existe, ya está madura para implementarse. Pero el proceso regulatorio y político será la clave para asegurar una adopción responsable y segura. Tenemos que cuidar los datos personales, las garantías de privacidad y la soberanía tecnológica, junto con las entidades regulatorias. Gobierno e iniciativa privada debemos sumar para que esto sea algo simple, rápido y utilizable”, mencionó.
Implementación
En este nuevo escenario, las instituciones financieras deberán adaptar sus procesos internos y su relación con entidades públicas como el Instituto Nacional Electoral (INE), pieza clave en la validación de datos biométricos. Según Fabela, los tiempos de adopción y consulta para este nuevo documento pueden variar de forma considerable.
“Hay empresas que se han tardado año y medio en lograr tener un contrato firmado, por ejemplo con el INE, porque piden muchísimos detalles y son temas de seguridad”, destacó Fabela.
