Publicado: noviembre 7, 2025, 2:15 pm
En las grandes ciudades, donde los departamentos son cada vez más pequeños y los precios más altos, las amenidades se han convertido en un factor determinante para quienes buscan un lugar donde vivir.
Estos espacios han cobrado mayor relevancia y evolucionado con el paso del tiempo: de contar con un salón de fiestas y un rooftop (azotea) con asador, los edificios habitacionales ahora deben apostar por gimnasios y espacios de coworking.
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Sin embargo, Juan Céspedes, gerente senior de Mercado Libre Inmuebles para México, Venezuela y Colombia, indicó que estas comodidades pueden representar un costo extra de entre 10 y 20% en la renta mensual, dependiendo de la calidad y mantenimiento de los espacios.
“El inquilino acepta ese sobrecosto porque está comprando una mejor calidad de vida y funcionalidad. Las amenidades son la extensión del hogar y tienen un peso muy alto en la decisión de renta en el segmento moderno”, comentó en entrevista.
Valor en la experiencia
Los inquilinos en zonas urbanas como la Ciudad de México tienen la mayor necesidad de vivienda con amenidades, debido a que los departamentos son más reducidos y los precios más elevados.
Según datos de Mercado Libre Inmuebles, el precio promedio de renta en la capital en el 2025 ronda los 21,000 pesos mensuales, con un rango que va desde 2,700 hasta más de 125,000 pesos, dependiendo de la ubicación y las características del inmueble.
Para Céspedes, este cambio responde a “un cambio en la mentalidad de la población: el valor ya no está en los metros cuadrados de la sala, sino en la experiencia de vida. Prefieren un departamento eficiente, pero que les permita vivir cerca del trabajo y tener acceso a servicios”.
De espacios pet friendly al coworking
De acuerdo con Angélica Soria, líder de Comunidad y Rentas en Desarrolladora del Parque, los arrendatarios ya no buscan únicamente un departamento, sino un espacio que cumpla con sus necesidades diarias sin tener que trasladarse.
“La gente ya no busca simplemente un departamento en renta, sino estilo de vida y comodidad, un lugar seguro, que no requiera traslados largos para cumplir con sus actividades diarias; eso permite una menor rotación de inquilinos en los inmuebles”, explicó.
Soria detalló que las amenidades más valoradas por los inquilinos en la Ciudad de México son los gimnasios y los espacios de coworking o business centers.
Tener un gimnasio dentro del edificio, con clases especializadas y entrenadores, permite a los residentes ahorrar tiempo y dinero en membresías externas. Por otra parte, los espacios de trabajo compartido responden a un fenómeno cada vez más común: el trabajo remoto.
“Casi 60% de las personas que habitan alguno de los conjuntos en renta trabajan de manera remota. Tener un lugar fuera del departamento, pero al interior del edificio, con internet de alta velocidad, incluso salas para reuniones o presentaciones, se convierte en algo clave”, añadió Soria.
Asimismo, las áreas para mascotas se han vuelto indispensables: más del 50% de los inquilinos cuentan con animales de compañía, lo que hace de los “pet parks” y servicios asociados una necesidad más que un lujo.
“Una buena práctica es tener una aplicación para todo el proyecto inmobiliario que permita reservar espacios que requieran un uso privado, como salones de fiestas, así como tener reglamentos claros para garantizar la sana convivencia entre los inquilinos”, remarcó Soria.
Los nuevos inquilinos
La demanda de vivienda con amenidades es impulsada principalmente por jóvenes profesionales y familias emergentes. Este perfil de inquilinos busca eficiencia, conectividad y calidad de vida, por lo que priorizan su tiempo y su entorno por encima del tamaño del espacio.
“Vemos más perfiles informados y empoderados, que saben exactamente lo que quieren. Los jóvenes profesionales y solteros valoran la conexión y la ubicación. Quieren vivir cerca de donde trabajan y se divierten. Así como las familias emergentes en busca de una mayor calidad de vida”, concluyó Céspedes.




