Publicado: noviembre 6, 2025, 4:23 am
Desde la órbita de Marte, la sonda china Tianwen-1 acaba de conseguir algo histórico: observar un objeto interestelar desde otro mundo. La Administración Nacional del Espacio de China (CNSA) confirma que el orbitador consiguió registrar al cometa 3I/ATLAS utilizando su cámara de alta resolución, convirtiéndose en una de las observaciones más cercanas y detalladas que se han hecho hasta la fecha de este visitante cósmico.
Durante la observación, Tianwen-1 se encontraba a unos 30 millones de kilómetros del cometa. Las imágenes procesadas en el centro de control terrestre muestran un núcleo brillante rodeado por una vasta coma de gas y polvo, las características típicas de un cometa activo.
Los científicos de la CNSA explican que observar al cometa 3I/ATLAS desde Marte no ha sido tarea fácil. Su gran distancia, su alta velocidad —de unos 58 kilómetros por segundo, frente a los 86 km/s del orbitador Tianwen-1— y su pequeño tamaño, con un núcleo de apenas 5,6 kilómetros de diámetro, hacen que el objeto se vea extremadamente débil desde la órbita marciana. Captar imágenes claras ha requerido un control de orientación muy preciso y estrategias de captura especialmente diseñadas para mantener al cometa dentro del campo de visión de la cámara.
Captar un objeto espacial
La observación de 3I/ATLAS representa mucho más que una simple fotografía: es una ampliación del alcance de la misión Tianwen-1, diseñada originalmente para estudiar Marte y apoyar al rover Zhurong en la superficie. Detectar un objeto tan débil y veloz ha sido un ensayo técnico clave para futuras misiones.
El equipo de la CNSA explica que la cámara del orbitador Tianwen-1 fue diseñada para fotografiar la brillante superficie de Marte, no para captar objetos tan lejanos y débiles como un cometa interestelar. De hecho, el 3I/ATLAS es entre 10.000 y 100.000 veces más tenue que los objetivos habituales de la misión.
Aun así, los ingenieros chinos decidieron intentarlo. Tras repetidas simulaciones y cálculos de viabilidad, el equipo combinó los datos sobre la órbita del cometa, su brillo estimado y las capacidades técnicas del orbitador para diseñar una estrategia de observación a medida. Se optó por utilizar la cámara de alta resolución de Tianwen-1 y ajustar con precisión su orientación y exposición para capturar al débil objetivo.
El resultado fue un éxito: el sistema óptico del orbitador logró explotar al máximo sus capacidades de imagen, demostrando que puede seguir objetos mucho más lejanos de lo previsto en su diseño original.
